por Román García Albertos
Abro el disco (con esfuerzo, dichosa pegatina americana) y dentro me encuentro un tríptico, sin textos, sólo con información sobre cada pista y unos cuantos diseños ingeniosos relacionados con Zappa y la presidencia de los Estados Unidos: una portada bastante poco agraciada con una foto de Zappa (de la que han sustraído al resto de The Mothers Of Invention) envuelto en la bandera, un cenicero con el sello presidencial y un cigarrillo (supuestamente de los que fumaba Zappa), la Casa Blanca convertida en Casa Rosada (no sé si es una broma relacionada con Argentina o sólo ignorancia de que hay otras residencias presidenciales en el mundo), y un billete de siete dólares con la foto de Zappa que adornaba la portada de Joe's Corsage (2004).
Al contrario que en el otro disco, la producción de éste ya ha corrido a cargo de Ahmet, el nuevo director del ZFT (mejor dicho, "ZPHT"), que también se ha encargado de la dirección artística. Joe Travers sigue ahí, haciéndose cargo de la recopilación y la producción.
Musicalmente, que es lo que interesa, el disco empieza de forma muy, muy prometedora.
"Overture To 'Uncle Sam'" es una composición de Synclavier de quince minutos que hasta ahora sólo conocíamos en la versión del Ascolta Ensemble de 2007. Según los créditos, el máster lleva fecha de 1993, es decir, que en su forma final la pieza es contemporánea de las de Civilization Phaze III (1994) y Dance Me This (2015).
Los amantes de Zappa y su Synclavier ya somos felices.
Sigue una remezcla de la versión original de 1966 de "Brown Shoes Don't Make It", realizada en 1969 por Zappa con Dick Kunc, no sabemos muy bien con qué intención. Quizá como prueba para incluir la remezcla en Mothermania (1969). Según parece, cuando Zappa reeditó Absolutely Free (1967) en CD en los años ochenta, ya no tenía acceso a las pistas originales del disco, sólo a la mezcla estéreo original, pero parece ser que en 1969 todavía pudo meterles mano. De nuevo habrá que encontrar tiempo para hacer una comparación con el original. De momento todo parece sonar más limpio y claro. Incluida la trompeta de Don Ellis al final.
A continuación, algo que ya conocíamos en versión pirata de sonido horroroso, y que aquí podemos oír por fin en todo su esplendor: la versión vocal de "Amnerika" que quedó fuera de Thing-Fish (1984), con Napoleon Murphy Brock haciendo de "Príncipe Malo" y cantándole a la amnesia del país más importante del mundo.
"If I Was President..." consiste en Zappa hablando de sus cosas en 1990 sobre un fondo grabado con el Synclavier en 1985. Según los créditos "Todos los másters están producidos por Frank Zappa", así que se entiende que este híbrido al estilo de "The Grand Wazoo" en The Lost Episodes (1996) es obra del propio Zappa. El fondo musical recuerda a cosas de Feeding The Monkies At Ma Maison (2011). Habrá que estudiarlo para comprobar si se repite en alguna otra parte.
Sigue "When The Lie's So Big" en una versión en directo grabada en Uniondale, Nueva York, en marzo de 1988. Muy similar a la que aparece en Broadway The Hard Way (1988), e igual de relevante ahora que entonces.
Otra pieza grabada con el Synclavier, "Medieval Ensemble", fechada en 1985, es decir, en la época de Frank Zappa Meets The Mothers Of Prevention (1985). Los amantes de Zappa y su Synclavier volvemos a estar contentos seis minutos y medio más.
Para acabar la respetuosa versión de la patriótica "America The Beautiful" interpretada también en Uniondale en 1988, que ya había aparecido en The Frank Zappa AAA·FNR·AAA Birthday Bundle 21.Dec.2008 (2008), y que además fue la última canción que Zappa interpretó nunca en directo en suelo estadounidense. Un buen cierre.
Y ya está. Aparte del tema de la presidencia, me cuesta encontrar un hilo conductor en una recopilación de material tan dispar. Hay partes muy interesantes (todo lo del Synclavier), pero todavía no sé si llega a funcionar como disco o no. Habrá que esperar a próximas escuchas...
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En el departamento de curiosidades, queda el asunto de la numeración oficial, que ha perdido el rumbo completamente (si es que alguna vez lo tuvo).
Incluyeron el álbum de descarga digital más absurdo de la discografía, AAAFNRAA—Baby Snakes—The Compleat Soundtrack (2012), como "álbum oficial número 95" para conseguir engordar la lista como fuera y hacer así que Dance Me This (2015) coincidiera con el "álbum oficial número 100".
Buen intento.
Y a partir de ahí, la locura.
En el CD con la banda sonora que acompañaba al DVD y Blu-Ray de Roxy—The Movie (2015) aparecía escrito "This is Official Release #102.2", lo que hacía suponer que la propia película era el número "102.1", aunque en el disco en sí no pusiera nada.
El álbum de Esa-Pekka Salonen dirigiendo a la Filarmónica de Los Ángeles en 2013, Frank Zappa—200 Motels—The Suites (2015), fue incluido en la lista "oficial" de álbumes con el número "101", a pesar de ser un disco grabado íntegramente casi veinte años después del fallecimiento de Zappa. Impreso en la contraportada y en el propio CD: "Official Release #101".
Bueno, pues parece que, como viene siendo habitual, han sacado el "102" antes que el "101". Cosas de planificación, no pasa nada. Y si la famlia quiere considerar el álbum de Salonen como "disco oficial" es cosa de ellos (yo particularmente lo veo tan de Zappa como cualquiera de los Unmatched de Caballero Reynaldo).
Sea como sea, ahora, ¿qué número toca? ¿El "103"?
No. El siguiente álbum de la lista "oficial" es Road Tapes, Venue #3 (2016), que, oh, sorpresa, lleva escrito bien clarito en la contraportada lo siguiente: "This is Official Release #102". Vaya.
Y entonces aparecen estos dos nuevos discos, y la cosa empieza a parecer ridícula. The Crux Of The Biscuit (2016) lleva impreso en la contraportada lo siguiente, que a estas alturas parece una obsesión de la casa: "This is Official Release #102".
Es decir, que ya hay tres álbumes "102" oficiales.
Sorprendentemente, este Frank Zappa For President (2016) lleva impreso "This is Official Release #103". Parece que ya se han cansado del "102", ahora que le íbamos pillando el gusto.
Estoy deseando que saquen otro álbum para ver qué número le ponen.
© Román García Albertos