El equipo hoy, por riguroso orden alfabético estilo tienda de discos (es decir, por el nombre):
Nos vamos acercando a Granada. Se alzan voces dentro de la furgoneta. Hay que coger esta salida de la autovía. No, hay que coger aquella. Te has pasado. No, es por aquí. Da la vuelta. ¿No hemos pasado por aquí ya cuatro veces? ¿Tú no decías que conocías el sitio? Vamos a preguntarle a ese lugareño. No, no, a la lugareña. Oye, ¿cómo se va a...? Oye, ¿cómo se llamaba el sitio?
Gran invento el móvil. Oye, estamos en tal y tal sitio, ¿cómo se llega a la sala? Ah, vale. Dice que estamos en la otra punta, hay que dar toda la vuelta al jardín. Pues sí que es grande este jardín. Pero es que no se acaba nunca, ¿eh? Mira, por aquí es por donde habíamos pasado ya cuatro veces. ¡Eh, hola! Seguidme. ¡Hombre, hola, qué tal! ¿Dónde es? Es aquí. ¡Pero si te hemos llamado desde aquí mismo!
Sala LA CAVERNA. Bien. Tiene algo de sala de fiestas de los años 60, ¿no? Fotos de grupos y carteles de discos. ¿Mississippi Mix? ¿Quiénes son esos cinco peludos del cartel? ¿Deep Purple? ¿Yes?
Vamos a montar y todo eso. No hay tiempo de pasar por el hostal, o pensión, o lo que sea que nos toque hoy. Felisa, nuestra anfitriona en Granada, dice que nos vemos luego. Vale. ¿Cómo hemos empezado a hablar de la música de Movierecord? "Muuuuuuu... vi-ré-cor... (y entonces una batería electrónica Simmons hace: "Tiu-tiu-tiunm") Pa-pa pa-pa pa-a-ra-pá para-pará pa-para-pá..."
Estamos haciendo la prueba de sonido tocando "Movierecord". Mi sobrino lo preguntó el otro día, "¿está editado en CD? ¿Dónde puedo conseguirlo?"
Vamos a cenar. Hombre, pero si ésta es la calle de siempre. Aquí venía yo mucho. Aquí estuvimos la última vez. Yo tuve una novia aquí. Aquí venía yo con mi novia. Yo iba demasiado borracho y no me acuerdo. Para cualquier observador externo se hace evidente que no es la primera vez que estamos en Granada.
Volvemos a la sala. Hombre, Juanfra de ART SCHOOL. ¿Tú que haces aquí en Granada? Pues es que yo vivo aquí. Pues vaya. Eh, ese de la cámara que va con esa chica rubia y que está hablando con Carlos Turbina (visita su página) debe ser... INDIANA (visita su página). Nos presenta Carlos (que se acababa de presentar a sí mismo) ¡Hola en persona! No me lo imaginaba así por E-mail. (De hecho no me lo imaginaba de ninguna manera, qué le vamos a hacer, cuando no hay datos, no hay datos.)
Empieza el concierto en sí. Y empieza por la primera canción, faltaría más. Gran pelota en el escenario (es así siempre, no tiene remedio), pero desde fuera dicen que se oye muy bien (eso no es así siempre, así que felicidades al técnico de sonido). La gente está muy quieta, pero acabamos y quieren más. Hacemos más, no pasa nada. La gente está muy quieta, pero acabamos y siguen ahí. Pero bueno, ¿qué os pasa? Otra, otra. ¡Ah, que es eso! ¡Haberlo dicho! Tocamos otra y otra. Bueno, pues ya está. Hasta la próxima. Lo hemos pasado muy bien. Incluso hemos intentado tocar "Movierecord" en algún momento. No ha salido bien. Seguiremos practicando. "Tiu-tiu-tiunm".
Luego nos vamos a dar una vuelta. Nos llevan al RUIDO ROSA Allí se entablan algunas conversaciones interesantes y algunas no tan interesantes. A una amiga le da una lipotimia. A mí me pasó algo así la última vez. Alguien tendría que revisar la ventilación del garito. Luego vamos a FACTORIA Más de lo mismo (en cuanto a conversaciones). ALGUIEN le ha echado ALGO a ALGUIEN en el cubata. Eso no se hace, amigo. La frase más repetida de la noche: "¿Es que te avergüenzas de mí?", pronunciada por ALGUIEN que prefiere permanecer anónimo, y que además no recuerda nada de lo que pasó, pero asegura no sentirse culpable, por lo que supone que no pasaría nada. Eso sí, prefiere que no se sepa que esa noche durmió con otro hombre, aunque fuera por problemas de espacio y por el azar y la necesidad. Sin dar nombres, podemos decir que ALGUIEN dice que ALGUIEN ronca hacia fuera y hacia dentro, observado, claro, desde una distancia PRUDENCIAL. Nos aseguran que NADIE tocó a NADIE, así que la reputación de ALGUIEN sigue intacta (Si es que eso le importa a alguien. Desde luego, al que se pasó la noche roncando hacia fuera y hacia dentro como un bendito se la trae floja).
Sin embargo, la frase definitiva se pronunció justo después de habernos pasado una salida en la autovía, cuando Joaquín se levantó de su semi-letargo en el asiento de atrás de la furgoneta, y dijo con voz alta y clara: "Cualquier idiota lo habría hecho bien."
Román.