por Frank Zappa
Guitar Player Magazine, enero 1977
Durante los años cincuenta era raro encontrar un solo de guitarra en los singles de rock o de R&B. Normalmente era el síndrome del bocinazo del saxo tenor el que ocupaba el espacio entre el puente y la tercera estrofa. Cuando se escuchaba una guitarra (normalmente en los discos de blues o country que coleccionaba), su función guardaba poca semejanza con la colección de frases vomitadas y estereotipos congelados de hoy en día (todos los fans de la guitarra sensibles que realmente están por nuestra era actual pseudo-académica de pulida eficiencia sería mejor que leyeran otro artículo).
Si tenéis acceso a ellos, tomaos el tiempo de escuchar los solos de guitarra de "Three Hours Past Midnight" (Johnny Guitar Watson), "The Story Of My Life" (Guitar Slim), o casi cualquier single de B.B. King de la época. Para mi gusto, esos solos son ejemplares porque lo que se está tocando es honesto y, de forma musical, una extensión directa de la personalidad de los hombres que los tocaron. Si you fuera crítico músical, tendría que decir que esos valores para mí significan más que la habilidad para interpretar frases limpias o nubes de notas-mosquito bien entrenadas.
Otros ejemplos de buenas cosas de guitarra de esá época podrían incluir a "Lucy Mae Blues" (Frankie Lee Simms), "Happy Home" (Elmore James, aunque que Elmore tendiera a tocar la misma frase famosa en cada disco, tengo el sentimiento de que lo hacía porque creía en ello), y el trabajo de Hubert Sumlin (y Buddy Guy un par de veces) en las cosas de Howlin' Wolf. Estoy seguro de que hay otros buenos, pero éste artículo es corto.
Además, para ser justos, hay algunos ejemplos clásicos de esterilidad también entonces en el tipo de solos de rock en los singles de Bill Haley y el odioso trabajo de dedos limpios y adolescentes en los discos de quintetos vocales de R&B de New York (en sellos como Gee, en los números acelerados con los cambios de acorde tipo cucurucho de helados).
Luego llegamos a los Sesenta. Llegamos allí en parte porque al R&B lo estaban produciendo hasta la muerte (cuerdas en los discos de Ray Charles y Fats Domino, etc.) y porque Inglaterra estaba empezando a reenviarnos algo de música de los Cincuenta reciclada, tocada por gente que era más joven y más guapa que los consumidores originales (y que, especialmente en el caso de los fans de los Rolling Stones, nunca habían escuchado las grabaciones originales de su repertorio tomado de Slim Harpo/Muddy Waters... y no sólo eso, amigos, si hubieran escuchado los originales, probablemente no les hubieran gustado, porque ninguno de los artistas originales nombrados arriba invitaban a moverse tanto como Mick Jagger).
Obviamente, parte del proceso de reciclado incluía la imitación de los solos de guitarra de Chuck Berry, los solos de guitarra de B. B. King, e incluso algunas abstracciones de los solos de guitarra de John Lee Hooker. La guitarra se estaba convirtiendo en el más prevaleciente de los arreglos de fondo en los singles, especialmente como instrumento rítmico. Los solos en la mayoría de los discos de personas blancas de esos días tendían también a ser rítmicos, especialmente en la música surf. Casi todo lo que sobrevive en la memoria popular (los grandes éxitos, en otras palabras) estaba diseñado con el propósito de bailar, pero principalmente para vender. Los Sesenta vieron los comienzos de la producción de discos como una ciencia al servicio del comercio, con especial énfasis en la repetición de fórmulas exitosas. Lo mejor que se puede decir de este período es que nos trajo a Jeff Beck en su cumbre de distorsión, Jimi Hendrix en lo mejor de su volumen asesino, y Cream, que en cierto modo legitimaron lo de hacer un montón de jams en el escenario (mientras pudieras probar descendencia británica, normalmente haciendo rápidas citas musicales de discos de blues que la mayoría de los americanos nunca habían escuchado: los cretinos de las emisoras de radio se habían asegurado de que nunca escucharas nada de eso porque lo tocaban los negros, e hicieron lo mejor que pudieron para proteger al público joven de los Cincuenta y los primeros Sesenta de tan terrible choque cultural, mientras que en Inglaterra los mejores músicos buscaban codiciosamente viejos discos de blues, los conseguían de hecho, y hacían que estos discos formaran la base de su tradición instrumental).
Así que brevemente para resumir, caracterizaría el guitarrismo de los años Cincuenta por tener, en su mejor parte, cualidades exploratorias que no eran posibles antes de la llegada de la amplificación pesada y la maquinaría del estudio de grabación, más interés rítmico, y, en algunos casos, verdadero humor, estilo, y personalidad. En su peor parte, el guitarrismo de los Sesenta nos trajo guitarreos amateur, varias patadas rápidas a los muelles del Fender Twin Reverb; el arquetipo de la bazofia de 12 cuerdas del folk-rock (el predecesor de la horrible música de sensibilidad falsa que tenemos hoy en día con el relajado y sufriente artista/cantante/cantautor de tipo sensible, posando delante de la valla de madera que ha proporcionado el departamento artístico de Warner Brothers Records, alquilado gentilmente a todas las demás companías de discos que lo necesitaban para su versión de la misma mierda); y los primeros ejemplos del "solo de guitarra psicodélico" por no mencionar el "Inna-Gadda-Da-Vida"-ismo.
Obviamente esto es condensar y dejar mucho fuera, pero estoy seguro que todos vosotros, personas tan completamente modernas, que habéis leído hasta aquí estaréis esperando algo más relevante para vuestro estilo de vida, ¡y estáis en lo cierto completamente! Una perspectiva sobre la historia musical no tiene absolutamente ningún lugar en el emocionante mundo musical de hoy en día. ¡Sí, eso es, habéis oído bien!
¿Cómo puede ninguna de esta información ser útil para un mundo musical que ha llegado a un punto de sofisticación que acepta conceptos como el Super Grupo, el Mejor Guitarrista del Mundo, el Guitarrista Más Rápido del Mundo, el Guitarrista Más Guapo del Mundo, el Guitarrista con Más Volumen del Mundo, el Guitarrista del Mundo que Ha Coleccionado las Guitarras Más Viejas del Mundo (algunas de las cuales han sido tocadas por guitarristas muertos que fueron realmente músicos), y de ahí en adelante?
La historia de la Música Pop tiene el hábito de decirnos quiénes somos realmente, porque si no fuéramos de ese modo, no nos habríamos gastado cientos de millones de dólares en esos discos, ¿no? Después de un cuidadoso entrenamiento por parte de la gente de los medios y del merchandising, la población al completo (incluso los guitarristas) se ha transmutado en una ameba-consumidora, libre de olores, y razonablemente acicalada que se mantiene viva sólo para servir a los fabricantes y que vive su vida con el lema: lo más grande, lo más rápido, lo más fuerte es lo más y lo mejor.
Así que olvidad el pasado, no significa nada ya para vosotros (a menos que encontréis un modo de tocarlo más fuerte y más rápido, lo que probablemente no sería muy difícil ya que hoy incluso los niños saben tocar tan rápido como los primeros Mahavishnuismos). Afrontémoslo, una vez que te has aprendido los 28 ó 29 adornos más comunes del rock (unas pocas frases country, un poco de Albert King, una escala pentatónica aquí y allí, júntale tu vibrato heavy) estás preparado para vivir; para ser lo que será conocido en el futuro como "El Guitarrista de los Setenta". Sí, pronto tú pertenecerás a la historia, y cuando finalmente consigas tu contrato discográfico, y finalmente salga tu disco, y venda diez millones de copias, y cuando cada guitarrista principiante se siente en casa y te escucha tocando a una velocidad fenomenal con tu distorsión perfecta y tu ejecución minuciosamente aceptable, y cuando ese tipo pequeño con su primera guitarra (él y los otros diez millones) se diga a sí mismo, "mierda, yo sé hacer eso", y proceda a memorizar cada nota inspirada, y entonces lo toque más rápido que tú... (quizá consiga subir sus notas 32avas una nota entera = 208). Y no sólo eso, después de aprenderse tu solo más rápido, lo transpone a una menor tercera, roba algunos de los vestidos de su madre, consigue un trabajo en un bar, es descubierto, consigue un contrato discográfico (con un anticipo diez veces más grande que el tuyo), hace un álbum (con un presupuesto mejor que el tuyo, porque va a ser el próximo éxito según los ejecutivos de la compañía, y no les importa gastar un poco de dinero extra en el talento de verdad). Y no sólo eso, mientras te das cuenta de que no puedes tocar más rápido porque no has tenido ningún tiempo para practicar porque te habías gastado en coca todos los royalties de tu primer álbum (y aún tienes que grabar diez más de acuerdo con tu contrato), y es la hora de hacer tu segundo álbum, y le has estado preguntando a los ingenieros de grabación cómo funciona un Oscilador de Velocidad Variable, mientras tanto el tipo pequeño con la ropa de su madre saca el disco a la calle, y vende veinte millones de copias, y en algún lugar ahí fuera, hay veinte millones de otros tipos pequeños con sus primeras guitarras, y están escuchando tu guitarreo reciclado, y están diciendo...
Traducción de Román García Albertos