Di Queso...

FZ, 1 de Abril de 1981

Se ha sugerido que el Producto Nacional Bruto quizá no es el mejor indicador de lo bien que lo estamos haciendo como sociedad dado que no nos dice nada sobre la Calidad de nuestras vidas... pero, ¿merece la pena explayarnos mientras nos humillamos en nuestro camino por la dirección general del siglo XXI? Cuando los historiadores futuros escriban sobre nosotros, si basan sus conclusiones en los bienes materiales que sobrevivan de la América de Hoy en Día, indudablemente estaremos solos entre las naciones y seremos conocidos para siempre como "AQUELLOS QUE ELIGIERON EL QUESO".

Como recordaréis, amigos, nadie tuvo nunca tanto a favor al empezar como nosotros. Afrontémoslo... éramos fantásticos. Hoy, desgraciadamente, somos meramente RAROS. Decir esto es impactante, dado que a ningún americano con sangre en las venas le gusta pensar de sí mismo o misma que es RARO, pero cuando hay otras opciones y una nación entera ELIGE EL QUESO, eso es RARO.

Nuestra salud mental ha estado en una condición semi-miserable durante algún tiempo. Una de las razones de esta desgracia, aparte de ELEGIR EL QUESO como estilo de vida, es el hecho de que hemos (contra una competencia increiblemente dura) emergido victoriosos como el mayor montón de mentirosos de la faz del planeta. Ninguna sociedad se las ha arreglado para invertir más tiempo y energía en perpetuar la ficción de que es moral, sana y sensata que nuestra actual cosecha de Americanos Modernos.

Esta misma ilusión es la Fuerza Misteriosa que hay detrás de nuestro deseo nacional de evitar comportarse de cualquier manera que pueda ser interpretada como INTELIGENTE. Los Americanos Modernos se comportan como si la inteligencia fuera alguna clase de horrible deformidad. Para maquillarla, muchos ciudadanos en otro caso normales intentan realizar un peculiar tipo de trabajo nasal mental casero auto infligido (diseñado para rebajar el perfil socio-intelectual del receptor hasta el punto en que la habilidad de comunicarse en el nivel más mongólico proporciona el certificado necesario para llegar a ser UNO DE LOS TIOS). Afrontémoslo... nadie quiere convivir con alguien que es más listo que él. Esto no es DIVERTIDO.

Los americanos siempre han valorado la idea de DIVERSION. Tenemos un Anhelo Nacional de DIVERSION. Ya no conseguimos mucha, así que hacemos dos cosas: primero, lo revolvemos todo buscando cualquier cosa que pueda ser DIVERTIDA, y entonces (ya que en realidad no eran cosas DIVERTIDAS en principio) pretendemos que disfrutamos con ello (fuera lo que fuera). El resultado neto: QUESO ESTRESADO.

¿Pero de dónde viene realmente todo este QUESO? No sería justo echarle toda la culpa a la TV, aunque se le debe dar algún mérito a quienquiera que NOS DA LO QUE QUEREMOS en cada cadena. (Si no lo pides, no lo tienes). Amigos, ahora LO TENEMOS... a montones... y, en nuestra Infinita Sabiduría Americana, hemos construido elaborados sistemas para asegurar que las futuras generaciones tengan un suministro aún mayor de esa fragante sustancia sobre la que crecemos ahora.

Si no le podemos echar la culpa a la TV, entonces, ¿de dónde viene? Obviamente, somos raros si tenemos que hacer tal pregunta. Seguramente debemos darnos cuenta ahora (excepto por el hecho de que nos mentimos a nosotros mismos tanto que a veces estamos confusos) que como Americanos Contemporáneos tenemos una habilidad casi mágica para convertir todo lo que tocamos en un ulcerante montón de basura autodestructiva.

¿Cómo podemos hacer esto con tan increíble precisión? Bien, una buena manera es formar un Comité. Se ha conocido a los Comités formados por toda clase de Tipos Americanos desesperados por convertir las necesidades emocionales insatisfechas y las urgencias biológicas reprimidas combinadas de sus miembros en masas complejas de organismos parecidos al queso a golpe de maza. El Queso de Comité se suele cortar muy fino, después se lía en paquetes para una eventual distribución en los tribunales, cámaras legislativas, e instalaciones públicas donde estás invitado a comer todo lo que quieras.

Si eso no te llena, también está el excitante Queso de Sindicato... el tipo de queso más rápidamente disponible de los que se ofrecen. Lo que es tan excitante del Queso de Sindicato, desde el punto de vista de un gourmet, es la sencillez clásica de la fórmula matemática de la que se deriva. De hecho, es difícil evitar un estado de Extasis Total si uno piensa en la propuesta de que ninguna cuota de importación inventada hasta ahora ha probado ser igual a la tarea de neutralizar las emisiones letales generadas por el proceso de maduración de este picante producto nativo. ¿No deberíamos estar sobrecogidos por una emoción indecible cuando consideramos el hecho de que cuanto menos cuidado se toma en la preparación de cada Artefacto de Queso de Sindicato, es más triunfante el choque mientras los vapores salen hacia adelante desde cada rincón y esquina o por lo que fuera que al fornido artesano le pagaron 19.00$ por hora para darle palmadas?

¿Aún hambriento? El Queso de Sindicato puede ser el más rápidamente disponible, pero ningún tipo de queso ha recibido en la América de hoy tanta aceptación popular como el Queso de Contabilidad. Si es verdad que ERES LO QUE COMES, entonces seguro que nuestra buena voluntad nacional de comer estas cosas nos dice más sobre nosotros mismos de lo que probablemente quisiéramos saber. Obviamente hemos encontrado El Queso En El Que Creer. ¿Por qué no? Está manufacturado por gente que cuenta dinero, endosado como sonido nutritivo por los Líderes Cívicos, y repartido por Los Medios puerta a puerta.

La Calidad de Nuestras Vidas (si pensamos en este tema en términos de "¿Cuánto de lo que individualmente consideramos que es Bonito somos capaces de experimentar cada día?") parece un asunto irrelevante, ahora que todas las decisiones respecto a la creación y distribución de Obras de Arte deben pasar primero bajo el listón del limbo (también conocido como "El Factor Esencial"), junto a cosas como el Gusto y El Interés Público, todo atado como una lata en la agitada relación del sagrado Caniche de la Tarifa Principal. La arriba mencionada basura ulcerante viene a tu encuentro en un teatro o en un coche-cine cercano. Te despierta cada mañana al zumbar en tu radio reloj digital. Un CONSEJO DE LAS ARTES en algún lugar está preparando un lote especial con pequeños esmoquins para que puedas pensar que es precioso.

Sí, Virginia... hay COMIDA GRATIS. Nos la estamos comiendo ahora. ¿Quieres una servilleta?

 

Traducción de Román García Albertos
donlope@gmail.com
2004-06-26