Pedro Calvo
Guía de Madrid de Diario 16, nº 5, 13 de mayo de 1988, p. 31
Si hay un tipo interesante en toda esta larga historia del rock, ése es Frank Zappa. Y no sólo porque su creatividad musical sea una de las cumbres más elevadas del rock y porque su dilatada obra sea un monumento de versatilidad y dominio estilistico que únicamente puede ser comparado con la producción de otros tres grandes indiscutibles de esta era: Bob Dylan, Stevie Wonder y Neil Young.
Lo realmente admirable de Zappa es que, tanto por su actitud de acérrimo iconoclasta como por su muy inteligente intención de «coloque descolocante», sea una figura que siempre ha tenido cuestiones provechosas que contar sobre la realidad circundante y sus satélites galácticos. El mismo lo explicó hace algún tiempo con estas palabras: «Soy una persona muy lúcida, que sabe que puede hacer algunas cosas muy bien, que no tiene ninguna razón para pretender lo contrario y que continuará en este sentido tanto tiempo como tenga lo posibilidad de hacerlo.»
Zappa nació, hace cuarenta y siete años, en el seno de una familia norteamericana, pero de origen greco-siciliano. Siendo un chaval, sus padres le trasladaron desde Baltimore hasta esas tierras de leche, miel y futuros hippies que están en California. Allí el jovencito Zappa conocería a Captain Beefheart, un amigote de esos que son una bendición para la vida de cualquiera que tenga algo de sentido común. Años más tarde, Captain Beefheart sería la tremenda voz cantante de los no menos tremendos Mothers of Invention, la legendaria banda de Zappa.
La entrada en el fabuloso mundo del business musical comenzó para Zappa como escritor de bandas sonoras para el cine, al principio de la década de los sesenta. Sus pilares musicales fueron el blues del negro Howlin' Wolf, la música clásica de Stravinski, Varése y Penderecki, y, evidentemente, el rock and roll. Los estilos frecuentados por Zappa desde entonces han sido el rock and roll, el jazz, la música contemporánea, el jazz-rock, el country, la comedia musical y hasta el heavy metal.
Hábil manipulador de los mass-media, Zappa ha sabido aprovechar cuantas oportunidades se le han puesto por delante para llamar la atención más despiada contra el sistema de vida americano. Además de tener un sentido del humor mordiente, mordaz y monstruoso, Zappa es un sensacional guitarrista, faceta que suele pasar inadvertida entre tanto cúmulo de valores personales.
En Madrid, Zappa vendrá acompañado de una orquesta por todo lo alto, con una presumiblemente aterradora sección de vientos. Esta gira mundial lleva por titulo «Broadway the Hardway». Hace un par de temporadas, Zappa estrenó en Europa el otro lado sinfónico de su personalidad, bajo la dirección musical de una figura tan respetable y respetada como Pierre Boulez.
Políticamente, Zappa siempre ha sido un tipo notablemente pendenciero. Si en los años sesenta no dudó en presentarse como candidato a la presidencia de Estados Unidos, sus últimas batallas han sido dirigidas contra los aspectos negativos de la Constitución americana, contra el primer mandatario Ronnie y contra el incansable empeño de querer darle carta blanca a la censura.
Compartiendo cartel con tan descomunal institución, dos bandas madrileñas de rock and roll genuino y veterano calentarán las piedras, arenas y barros del Rockódromo. Burning y Mermelada presentarán sus últimos trabajos discográficos. Las nuevas canciones de Burning pertenecen al álbum «Cuchillo», y Mermelada estrenará su nuevo repertorio del disco «En el calor». Estas dos bandas tienen la buena costumbre hacer unos directos formidables.
Gracias a Javier Marcote por el artículo
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