Marco Morletti
Extra!, 1974
Está dando la vuelta a Europa. Se llama Frank Zappa y en 1968 se hizo famoso no sólo por sus Mothers Of Invention y toda su enrollada musical, sino también por su sentido del erotismo, su provocación musical y otras cosas.
Zappa ha estado en Milán. Milán es la capital de la música italiana. La Ricordi que es su editora aquí, nos ha hecho posible llegar al extravagante personaje, a su llegada al aeropuerto de Milán.
Para los italianos, que nos gustan mucho los grandes bigotes y queremos a todos los que llevan algo de nuestra sangre, Frank Zappa es un personaje muy caro. Hay que tener en cuenta que pese a haber nacido en California —hace 35 años exactamente— es hijo de un siciliano ¡con la cara ya paga!. Pero a pesar de haber sido muy querido por los jóvenes. Zappa no había podido pisar hasta ahora Italia, por haber sido considerado un tipo peligroso, alterador del orden y obsceno.
Pero acto seguido, Zappa, soltando una gran risotada rectifica:
Hablamos luego de la música en los Estados Unidos, donde él siempre ha trabajado, y la europea, pero más concretamente la continental europea.
Y más tarde, siempre buscando el camino para que fuera definiendo sus conceptos, Frank Zappa nos diría respecto a sí mismo:
—¿Divertido o irónico?
—En sus actual gira por Europa, estaban reservadas unas fechas, desde el día 20 de septiembre hasta el veintiséis, para Inglaterra. Pero esas fechas han sido borradas del proyecto. ¿Qué ha ocurrido?
El resto de la gira europea está distribuido, aparte de cuatro conciertos en Italia, entre Viena, Franckfurt, Berlín, Hamburgo, Oslo, Copenhague, Paris, Rotterdam, Bruselas, Lyon, Marsella y Barcelona. ¿En qué consiste cada concierto? En una divertida ensalada musical. En el famoso velódromo de Vigorelli, en Milán, Zappa ha dado su mejor recital italiano. En su debut en Roma acabó de bastante mal humor porque las cosas no habían ido muy bien.
En el Vigorelli fue distinto. Diez mil espectadores estaban expectantes para conocer los nuevos derroteros tomados por Zappa después de unos últimos tiempos de incertidumbre, con una discografía desigual en su contenido. Su actuación demostró que Zappa es, ante todo, un guitarrista único e inimitable en el mundo. Con acentos de música seria contemporánea (¿influencia del Varese que nos mencionó en su conversación?), jazz, un pellizco de blues y el rock como base. Y todo bien ligado y atado, fundido, amalgamado, y transfigurado por su fortísima personalidad.
En sus textos y su música, mantiene su sutil vena de ironía, especialmente en sus ratos de recitado, y su mímica es terriblemente grotesca.
En sus músicos, que forman un sexteto de rock, existe una preparación técnica de primer orden, que sirve de base para desarrollar después las increíbles teorías sonoras de Zappa. En ellas, actualmente no hay nada improvisado. Todo es fruto de un estudio que llega hasta las más inverosímiles cotas de lo posible. No hay para el oído del auditorio un solo minuto de sus largos temas donde se puedan escuchar unos fragmentos coherentes, de melodía bien construida, o por lo menos "lógicamente" construida. Cada fragmento puede dar paso a servir de pie a la más inverosímil frase. Todo es sorpresa en Zappa y sus Mothers. Unos Mothers que se mantienen tan interesantes como antes de deserciones tan importantes como las de Ponty o Underwood.
—Si no es todo eso, ¿qué ocurre con sus textos que no hay quien los entienda a veces?
—Explíquenos algo que pueda hacer alusión a los españoles, en donde va a actuar dentro de poco.
Gracias a Javier Marcote por el artículo
donlope@gmail.com