por Román García Albertos
AVISO: allá van mis primeras impresiones sobre Joe's Xmasage (Vaulternative VR 20051, 2005), así que quien no quiera que le destripen el disco antes de haberlo escuchado o tenido en las manos, que no siga leyendo.
Bueno, pues ya llegó el paquete. Más bien bolsa, en este caso. Vamos, plástico blanco de burbujas protegiendo lo que parece un CD. Esta vez parece que ha venido directamente de los EE.UU., sin pasar por Alemania. A ver qué hay dentro (y a ver cómo se abre esto)...
La portada es una foto de Mr. Frank Zappa en su oficina, probablemente en el Studio Z, c. 1964. Con el bigote afeitadito y bien peinado, podría pasar por una persona normal. En la pared algunos de sus dibujos, fotos en el estudio de grabación, y justo en el centro lo que yo pensaba que era una foto de Charles Mingus tocando el contrabajo, pero ahora ya no estoy tan seguro. En la contraportada, una de las fotos de FZ que aparecen en la pared, c. 1964, y el sello
VAULTernative. En el lomo, la foto de la portada del anterior disco de la serie. Vale, le quito el plástico protector (que tampoco es fácil)...
En el libreto, un recorte de periódico del 64, una felicitación navideña del propio FZ, y unas notas de Gail que voy a intentar leer (y entender) ahora mismo... Hecho. Meto el disco en el lector y, vaya, qué curioso, Winamp reconoce el disco. Alguien se ha tomado la molestia de incluirlo en la CDDB. Pues muy bien.
La cosa empieza con FZ contándole a su esposa Kay su última actuación en una iglesia mormona, y luego, Ray Collins, Al Surratt y FZ hablando de algo, pero no termino de entender nada, entre la calidad de sonido y el acento que tienen.
La música comienza en el tercer corte: una versión mono de "Mr. Clean", sin los coros femeninos. La mezcla estéreo y con coros apareció como sencillo en el sello Original Sound en 1963. Después, una versión primitiva de "Why Don'tcha Do Me Right" cantada a dúo entre FZ y un tal Floyd (que aparece también en la lista de Freak Out!), lo más interesante del disco de momento, con un FZ hecho todo un bluesman (me recuerda a su forma de cantar en "Trouble Every Day" de Freak Out!). Floyd tiene una gran voz, aunque su pista no suena tan clara como la de FZ.
Sigue "The Muthers/Power Trio", que como era de imaginar, es una versión extendida de la misma grabación que aparece en el Mystery Disc como "Power Trio From The Saint 'N Sinners". Aquí tenemos la oportunidad de escuchar a FZ intercambiando algunos conceptos con el público asistente, y finalmente se enredan con... ¡oh!
Lo que viene después son once minutos con Al Surratt describiendo el contenido del bolso de una chica, incluida la lectura de una carta de la dueña. Según Gail en las notas, ella mísma se empeñó en incluir esto en el disco, porque le hacía mucha gracia, aunque consintió en recortar la grabación original (que era más larga).
"The Moon Will Never Be The Same" me recuerda al concierto de Mount St. Mary, o a la música de fondo de la aparición en el Steve Allen Show. No sé de dónde sale esto. Según las notas, estaba tal cual en una cinta, y el nombre se lo ha puesto Gail ahora. Después "GTR Trio", que es una versión sin editar de lo que aparece en Mystery Disc como "Bossa Nova Pervertamento", y que se grabó justo la noche anterior a que la policía detuviera a nuestro héroe.
Sigue una entrevista ficticia a Ray Collins, que nos hace pensar en cómo tenía que ser una actuación en directo de estos dos pájaros en esta época. Después "Mousie's First Xmas", que procede de la misma cinta que "The Moon Will Never Be The Same", y para acabar, "The Uncle Frankie Show", otro fragmento del programa de radio que aparece brevemente en Mystery Disc, en el que FZ habla de su ópera rock y toca un blues con la guitarra acústica.
En definitiva, poco más de veinte minutos de música de los casi sesenta que dura el disco, el resto es todo conversación, pero incluye un montón de continuidad conceptual repartida por todas partes. Interesante para los interesados, y mucho, sobre todo como pieza de archivo histórico, pero, como suele suceder con esta 'saga', no lo recomendaría como introducción a la obra del bigotudo.
© Román García Albertos