por Román García Albertos
Un nuevo disco de Zappa, anunció por sorpresa el ZFT en el sitio oficial. Bien. Otro. Y, ¿de qué va? Pues resulta que en Baltimore (la ciudad donde nació Frank Zappa) han decidido establecer el "Día de Zappa" el 19 de septiembre de 2010, para conmemorar el 25 aniversario de la declaración de Zappa ante el Congreso en 1985 defendiendo la libertad de expresión, la Primera Enmienda, etc., etc., y la familia ha decidido en consecuencia publicar oficialmente dicha declaración en forma de CD.
¿Y ya está? ¿Un disco con la voz de Zappa hablando ante una comisión del Congreso estadounidense? ¿Nada más? Bueno, sí, dicen que también incluye una declaración posterior ante otra comisión en el estado de Maryland, donde está Baltimore. Dos charlas, y una de ellas se puede conseguir fácilmente incluso en formato de vídeo, ya que fue emitida en directo por varias televisiones en su momento y, no sé cómo funcionan exactamente las leyes del copyright allí, pero creo que una declaración ante el Congreso debe ser de dominio público.
El precio: 18 dólares, más gastos de envío. Total: 25,61 euros... ¿por oír a Zappa hablando? No sé yo, no sé yo... Espera, que dicen que hay algo más en el disco. Pasajes de Synclavier y... ¿eructos? En el sitio oficial se puede ver un listado del contenido.
Por lo que parece, media hora de declaración en Washington, diez minutos en Maryland, diez cortes de medio a dos minutos con los nombres de los Diez Mandamientos, y un corte final de un minuto que recupera el nombre de una de las piezas de Synclavier de Civilization Phaze III (1994), "Reagan At Bitburg Some More". ¿De qué estamos hablando, de veinte minutos de piezas inéditas de Synclavier? ¿De diecinueve minutos de eructos y uno de Synclavier?
En fin. Alguien tendrá que sacrificarse y pedirlo para contar qué lleva realmente. Y claro, me toca a mí.
Pues ya ha llegado, en su sobre de cartón que voy a intentar abrir ahora mismo (son dos cartones pegados, con el disco en medio y separarlos requiere su técnica).
Es un digipack y la portada ya la había visto en el sitio oficial y me gusta. Me gusta la técnica y el estilo del artista que la ha realizado. En la contraportada la lista de canciones y la famosa etiqueta de aviso que creó Zappa en 1984 diciendo que se garantiza que el contenido del disco "no causará eterno tormento en el lugar donde lleva sus asuntos el tipo de los cuernos y el tridente".
A quitarle el plástico, que tampoco va a ser fácil. El interior, sobrio. Una foto del busto de Zappa que hay en Vilnius, del que han puesto una copia exacta en Baltimore, rodeada de un texto de Gail sobre etiquetas, censura y listas negras.
El libreto incluye un texto de Larry Stein, abogado de Zappa durante la declaración de 1985, y la reproducción de varias de las páginas del Z-Pack (documentación variada sobre libertad de expresión, el PMRC, etc., etc.) que acompañaba los pedidos de Barking Pumpkin Records en los años 80 y 90.
Y ahora, por fin, vamos a ver qué es lo que suena al poner el disco...
Como era de esperar, la cosa empieza con la declaración de Zappa ante la comisión del Congreso en 1985. Pero antes, el título del disco eructado y cuatro segundos de Synclavier. Vaya.
Zappa ya jugó con fragmentos de las sesiones para montar "Porn Wars" en el disco Frank Zappa Meets The Mothers Of Prevention (1985), pero aquí la tenemos completita, sin editar. Y desde luego, con la salvedad de la frontera idiomática, la verdad es que la declaración es muy divertida. Son treinta y dos minutos repletos de humor y de mala idea. Es interesante oír a Zappa discutir con algunos de los carcamales del Senado, y se nota la sorpresa de algunos de ellos al descubrir que este tipo del bigote sabía comunicar ideas. Y hay algunas citas memorables (muchas de las cuales el propio Zappa ya extrajo para componer su "Porn Wars").
Es muy divertido.
Diez segundos de Synclavier y comenzamos con la declaración de Maryland. Casi toda había aparecido ya en forma de vídeo en la película Video From Hell (1987), aunque aquí la tenemos completa. Bruce Bereano, abogado de la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos), hace la introducción, y luego Zappa habla de censura, masturbación, sexo ilícito y demás.
Sólo escuchar a Zappa leer la ley que pretendían aprobar ya sirve para que los asistentes se partan de risa. Pura comedia, en la línea de su admirado Lenny Bruce cuando en sus últimas actuaciones leía fragmentos de los documentos de sus juicios.
Y a partir de la pista tres, que es donde empezamos a entrar en terreno desconocido, ¿qué tenemos? A ver... Seis segundos de Synclavier y Zappa hablando sobre el asunto en algún tipo de entrevista o grabación o algo cuyo lugar o fecha no veo acreditado por ninguna parte (en las notas pone algo así como: "Palabras habladas por FZ: el sonido del testimonio procede de los masters de las cintas de video; el sonido de las declaraciones procede de cinta digital 1630, seleccionado y transferido por FZ").
Y así sigue en el resto de las pistas: unos segundos de Synclavier y después Zappa hablando del asunto del PMRC, el H.R. 2911, las etiquetas, etc., etc., etc. De vez en cuando, en mitad de una frase de Zappa, algún impresionante eructo de su sobrino Jade Teta, "grabado y dirigido por FZ".
Una vez desvelado el misterio de esas diez pistas tituladas como los Diez Mandamientos, vamos con la última, que, como era de esperar llamándose "Reagan At Bitburg Some More", se trata de una versión diferente de "Reagan At Bitburg", la pieza de Civilization Phaze III (1994).
En conclusión: el CD dura 63 minutos y de ellos, sumando los trocillos que hay al principio de cada corte (tres segundos por aquí, diez por allá, otros pocos por aquí, etc.) al minuto y pico del último corte, tenemos un total de casi tres minutos de Synclavier en la línea de Civilization Phaze III (1994). Antes o después alguien se tomará el tiempo de comprobar si son fragmentos inéditos o están sacados directamente de allí.
Los otros sesenta minutos son todo palabras (y algún eructo). Las declaraciones de Washington y Baltimore (en realidad lo gordo del disco: más de 43 minutos) son muy divertidas, como la actuación de un cómico, con risas y aplausos y todo. El resto, bueno, es interesante, pero no tiene tanto de comedia (excepto por los eructos, claro).
Hala, pues ya está. ¿Siguiente?
© Román García Albertos