Edel
mayo 1997
El quinto disco de los murcianos cuenta con una nueva incorporación, la de Joaquín Talismán en la guitarra y la voz. Este hecho es uno más de los que hace que la historia de esta banda sea lo más irregular: su primer álbum no fue tal y se hizo con una compañía que terminó cerrando; el segundo presentaba una formación que no era posible mantenerla siempre; el tercero vino, una vez más, con una compañía destinada a desaparecer; el cuarto fue un directo y, ahora que parecían asentados, tienen cambio de formación. Probablemente sea éste uno de los motivos por el que los Marañones no han conseguido instalarse establemente dentro del rock nacional. Su propuesta de r'n'b, sumamente válida e interesante para arrancar, se iba tornando azul o verde dependiendo de las circunstancias y no ha parecido siquiera colmar las espectativas artísticas del grupo.
Eso, al menos, es lo que se desprende al escuchar "Matando el tiempo", un disco que rompe bastante los esquemas y que presenta a un grupo que muy poco o nada tiene que ver con el que firmó el anterior disco. El pop ha ganado terreno y temas como "Yo te haré entender", "No podrás hacerme"," Muy buenas horas" o "Me canso de andar" muestran a la banda en una situación más dinámica, muy beatle y con letras menos trascendentes que en sus anteriores trabajos. Al mismo tiempo, han dado al estudio su verdadero significado y el resultado se muestra, en ese aspecto, como lo mejor realizado hasta el momento en una carrera que abarca ya diez años. "Matando el tiempo" es un disco que tiene unidad y concreción, algo que avala la actual situación del grupo. Puede que hayan tardado mucho en instalarse, en encontrar su mejor estilo o las formas más adecuadas a su personalidad. No lo sé, pero, sea como sea, a ver si con éste va la vencida y los Marañones terminan por instalarse. Cuando éste parece un buen año para el rock en castellano, los murcianos hacen pop guitarrero. Ellos, mejor que nadie, sabrán por qué.
E.P.