El País, jueves 9 de marzo de 2000


ROCK > LOS MARAÑONES

Con toda la razón

Los Marañones
Miguel Bañón (voz y guitarra), Joaquín Talismán (guitarra y coros), Román García (bajo y coros) y Pedro Sánchez (batería). Sala Moby Dick. 1.000 pts. Madrid, martes 7 de marzo.


FERNANDO MARTÍN
Fiel a la cita con un público que degusta el rock sin aditivos, en clave ingenua pero con vigor y matices, este vetarno cuarteto murciano presentó ante sus numerosos seguidores madrileños el sexto álbum se su carrera, Shangri-la.

La banda de Miguel Bañón, toda una institución del pop rock patrio, extendió a lo largo de una intensa actuación un repertorio en el que hubo cabida para repasar lo más granado de sus seis discos publicados.

En clave guitarrera, con bases rítmicas de ingenuidad sixtie y meritorios juegos de voces, el grupo atacó su particular credo musical, en el que casi hay un apartado para los grandes grupos de rock de los sesenta —ingleses y californianos—, todo ello sin renunciar a unos textos en castellano cada vez más pulidos y efectivos en su vocación de contar historias y emociones de modo sincero, impactante y en tres concisos minutos. Blues, rhythm'n'blues, pop luminoso, power-pop más acelerado y, sobre todo, canciones de estribillos resultones y fácilmente asimilables son el material que se trabajan, con corazón e intensidad. Sabiendo que, por mucho que la industria y la mercadotecnia les hayan vuelto la espalda, ellos tienen la razón y eso se constatará en ventas en algún día no muy lejano.

Expresión

La personal y poderosa voz de Bañón, un cantante como los de antes, brilló a gran nivel de expresión en canciones nuevas como Hombre invisible, la dinámica No fue tan mal o la directa Dentro de cada palabra. También los clásicos del grupo —en especial Voy loco, mamá, con el que cerraron su actuación antes de los bises—.

Fueron en total veinticinco canciones que certificaron que el tono vital y creativo de Los Marañones se mantiene alto y productivo. Un alivio para los gozadores —muchos— de un género que no está de moda.


Los Marañones