78 rpm
Compañía del Gramófono Odeón 184972
1952
(Emilio el Moro/Bernabé de Morón )
Tra lalá la laro loro loro loró otro loro,
ya son muchos loros, loro, loro loro.
De que el agua esté tan salada
todo el mundo sabe la motivo,
de que el agua esté tan salada,
y es porque hay bacalao,
y eso lo he visto yo mismo.
Han tirao una corbata
en un aljibe de Cai,
han tirao una corbata,
con un letrero que dice:
"Tres por cuatro, veintiocho", oh, go go, go.
Está llorando el señor Manuel
a la orillita del río, mambo,
río brasileño, que estaba en el río,
está llorando el señor Manuel,
porque se le ha caío al agua
el retrato de su mujer.
Las campanas de Cádiz no tocan solas,
porque hay un tío debajo que tira de la cuerda,
tira de la cuerda, mami,
de la cuerda tira,
las campanas de Cádiz no tocan solas.
(Emilio el Moro)
Va una partida,
va una partida,
va una partida,
y el teniente se llama,
y el teniente se llama,
Antonio Pérez.
Y ahora va una entera
que no es partida
y el capitán se llama,
y el capitán se llama,
José María,
José María,
ay, agua,
José María,
hermano del teniente.
Ya está.
Fantasía andaluza (1953)
Tra la la la la lara la... la ra laa...
De que el agua esté tan salada
todo el mundo sabe la motivo,
de que el agua esté tan salada,
y es porque hay bacalao,
y eso lo he visto yo mismo.
Han tirao una corbata
en un aljibi de Cai,
han tirao una corbata,
con un lotrero que dece:
"Made un USA".
Está llorando el señor Manuel
a la orillita del río, mambo,
río brasileño, que estaba en el río,
está llorando Mohammed
porque lleva como yo
cinco días sin comer.
Las campanas de Cádiz no tocan solas,
porque hay un tío debajo que tira de la cuerda,
tira de la cuerda, mami,
de la cuerda tira,
las campanas de Cádiz no tocan solas.
La insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona (1979)
Le le le le le le le le le... ay... ¡olé!
Pregúntale al herrero, al herrero,
que cuánto vale,
que cuánto vale,
un juego de las herraduras, herraduras,
para tu madre,
pregúntale al herrero, al herrero,
que cuánto vale.
[...]
que no ha visto el agua clara
desde antes, pero que mucho antes de la guerra.
De la feria de Utrera el otro día
se escapó un toro bravo de la corrida,
como mi novia es bizca vio dos ventanas,
cogió la que no era y está por cama.
Te quiere yo, te quiere yo,
más ca la mare, más ca la mare, más ca la mare
y tres de gambas.
Y ahora, señoras y señores, les voy a contar las cosas de mi familia. Yo tengo una familia en Melilla, que es donde yo nací, que tengo un tío también que tiene una granjita que vende huevos en la capital, y entonces una vez tropezó, cayó encima de los huevos y lo destrozó todo. Dice: "¡Mi roína! ¡Me horco!" Y dice una señora que lo estaba viendo, dice: "Pero, morito, ¿por qué te vas ahorcar? ¿Por los huevos?" Dice: "No, señora, por la cabeza mío".
Luego, este mismo, este mismo tío, todos los días en la playa hacía un boquete en la arena, y el carabinero un día le dice, dice: "Oiga usted, morito, ¿usted por qué hace un boquete todos los días en la arena?" Dice: "Porque mi novia es jorobada y viene a las siete".
Con un ladrillazo sangrando por boca
y con su chivata de pino en la mano
a darse un bañito por el río iba
el señor Antonio Bragas Heredia el gitano.
Entre higos chumbos la luna lunera
alumbraba menos que te alumbra un gay,
cuando el gitano a sentarse iba
se llenó de espinas la parte de atrás.
Antonio Bragas Heredia,
flor de la raza calé,
tú tienes lleno de espinas
un sitio que no se ve,
un sitio que no se ve.
Era el Sr. Antonio Bragas Heredia el gitano
el tio mas pachocho y el mas derrotao,
y en todas las tascas de Sierra Morena
to lo que bebía dejaba fiado.
Pero por culpita de una mora alemana
de cerveza en Loja dicen que se hartó,
cuarenta guantazos nublaron su vista
y preso en la trena la tuerca durmió.
Las moritas de Chocueslovaquia
se mueren de pena llorando por ti.
Mi suegra se me perdió
camino de Santa Eulalia,
mi suegra se me perdió,
mira si el mundo es canalla
que el guardia que la encontró
la trajo pa mi casa.
No eches piropos a nadie
que te puedes equivocar,
no eches piropos a nadie,
ayer besé a una morena
y me di cuenta muy tarde
que era un tío con melena.
Tiene que tener
la mujer que a mí me quiera,
tres cosas tiene que tener,
que se bañe to los días,
que coma una vez al mes
y se calle pa toa la vida.
Y ahora les voy a cantar a ustedes una cosa, yo creo que es un poquito original, porque a ustedes siempre les han cantao Fandangos de Almería, Fandangos de Lucena, Fandangos... muchas clases de Fandangos, pero estoy completamente seguro que nunca les han cantao Fandangos de Cantimpalo. Además son de actualidad, a ver si les gustan.
Tra la la la, tra la la la,
tralarí, troloró,
tralarí, tralará,
troloró loló lo loro
loro loro loro loro loro loro
otro loro, ya son mucho loros...
(Ésta es la salida.)
Porque allí no hay faldas mini
me gusta Torremolinos,
porque allí no hay faldas mini,
las suecas por los caminos
van luciendo sus bikinis,
qué bikinis, amigo.
Le dijo a la olla exprés
una sartén mu tizná,
le dijo a la olla exprés:
"No presumas con tu pito
que yo también me sé hacer
mis papas con huevos fritos".
No eches piropos a nadie
que te puedes equivocar,
no eches piropos a nadie,
ayer miré a una morena
y me di cuenta muy tarde
que era un tío con melena.
Larga carrera le di
a un coche que yo tenía,
larga carrera le di,
le explotaron las bujías
y me vi en Puente Genil
con las costillas partías.
Que en mi casa mando yo
un amigo me decía
que en mi casa mando yo,
lo visité el otro día
y su mujer me recibió, aaay
mientras mi amigo barría.
No eches piropos a nadie, eah, eh, ehah eh,
que te puedes equivocar,
no eches piropos a nadie.
Ayer besé a una morena
y me di cuenta muy tarde
que era un tío con melena.
A los ochenta se casó
vaya un viejo echao p'adelante
a los ochenta se casó,
es que le hicieron un trasplante
que no fue de corazón,
aaay, pero qué viejo más tunante
la madre quer lo parió.
La llamaban Lucecita
y era en la radio un clamor,
pero a nadie a la mocita
su niño reconoció.
No suenan las lavadoras
ni hay quien se ponga a coser,
y en cuanto llega la hora
sólo hay llanto a to' meter,
y se limpian los ojos con los visillos,
y hay quien de lagrimones llena un lebrillo.
Lucecita, Lucecita,
Lucecita picaruela,
con su cara de tontita
vende un millón de novelas.
Ella está de criadita
y al señorito camela.
Don Enrique la trae frita
del corral a la cancela.
Pero esta criadita
por Gustavo corre y vuela,
que está loca la mocita
porque tiene Lucecita
más calor que una caldera.
Oculta trás de un olivo
la niña lo vio llegar,
le dijo s'entrañas mías
y ahora está en maternidad.
Y hablando de sus amores
le daba el amanecer,
y decía Lucecita: "¡Ay, Dios mío, si me ve!"
Y ahora andando que andando bajo la luna
se le caen lagrimones como aceitunas.
Lucecita, Lucecita,
Lucecita picaruela,
que tienes a media España
sin fregar ni una cazuela.
En cuanto suenan las cuatro
en to'as las casas te cuelas,
y aunque lleguen los ladrones
las mujeres no se enteran.
Por el bosque corre y vuela,
sube y baja la mocita,
porque ya está la Lucecita,
porque ya está la Lucecita
como Pérez de Tudela.
Grabado en directo durante una entrevista en una radio regional de Extremadura.
Tre le le le, le le ah...
Seis carros de huevos fritos
tú eres capaz de comerte,
seis carros de huevos fritos,
un vagón de berenjenas,
dos mil kilos de bonito
con trescientas magdalenas.
Un homenaje a Emilio El Moro