Más risa con Emilio el Moro
LP 33 rpm
Discophon SC 2071
1971
(Perelló/Mostazo)
Ya se rompió la lona,
lona lonera,
que tiene en su ventana
la piconera, la piconera,
¡Mari!, y el piconero
va siempre estornudando
como un carnero.
Ya viene el frío,
ya viene, Mari,
ya viene el frío,
ya viene el aire,
y no tengo una manta
para taparme,
y no tengo un brasero
pa calentarme.
No, no me digas que sí,
sí, no me digas que no,
como no pasas frío ninguno
lo paso yo.
Mi piconera tiene un gripón
que me paso las noche a su vera
porque así tengo calefacción,
y me sobran toas las tapaeras
porque echa humo como un fogón.
Bolsa de goma lleva
mi piconera,
y un mechero encendío
en la faltriquera, en la faltriquera, mare,
en la faltriquera,
y no hay quien la sujete
en la temblaera.
Ya viene el día
y viene tu mare,
ya viene el día
y viene tu mare,
con la estaca en la mano
tras de tu pare,
con la estaca en la mano
no hay quien le gane.
Ay, que me voy por allí
antes que lleguen los dos,
que en sus manos
la estaca echa humo
como un cañón.
Mi piconera, como el picón,
que se lleven tu madre a Inglaterra,
verás que pronto dan el peñón.
(Padilla/Clemente/Deths)
Pa criar un hijo cuántas fatiguitas,
cuando son sordaos todo te lo quitan,
luchando por ellos te echa el bofe afuera,
con la escarlatina y con las paperas.
Apenas saben volar te roban un avión,
y a Cuba van a parar.
Como se quieren los hijos,
ya no se puede aguantar,
es un cariño que duele
igual que una bofetá.
Un hijo es la gloria,
siete es un primor,
que no se da abasto
repartiendo arroz.
Como se quieren los hijos
no se puede querer más,
tú no sabes si son tuyos,
pero los quiere a rabiar.
Cuando llega el día que los necesitas
les pides tabaco y te dan dinamita.
Como es ley de vida, te dejan en cueros,
te quitan el traje y hasta el monedero.
Apenas saben bailar se compran una guitarra
y ya no se pelan más.
Cuando se casan los hijos
te escriben por Navidad,
y si te mandan dinero
es una casualidad.
Un hijo en Pozuelo
y el otro en prisión,
y yo en el asilo
sin comer turrón.
Como se quiere a los hijos,
eso ya se lo conté,
si aparece una cigüeña
prepárate pa correr,
que lo que trae en el pico
te dejará sin comer.
(R. Cantoral)
Reloj, no marques las horas
porque voy a enloquecer
la fábrica está pitando
y yo me duermo otra vez
No más me queda esta noche
para dormir de un tirón
y tu tic-tac me recuerda
que trabajo hasta las dos
Reloj, me importa un comino
que me descuenten la paga
nada más bello que este colchón Flex
yo sin dormir no soy nada
Detén el tiempo, tirano
hazme las noches perpetuas
porque el trabajo no se ha hecho pa mí
y no quiero que amanezca
Que poco duran las noches
haciendo frío o calor
y tu tic-tac me recuerda
el disparo de un cañón
Reloj, te veo en el camino
para que un rayo te parta
si no te estrello contra la pared
porque aquí no me haces falta
Te estrujaré entre mis manos
pa que reviente tu cuerda
y el minutero lo pueden coger
cerca, muy cerca de Huelva
para que nunca amanezca
(Freyre/Cabello)
Ya no suenan las bocinas
de los coches por Madrid,
porque le buscan la ruina
al insensato que toca el pi, pi-pí.
Las motos van sin sordina,
suenan con detonación,
quemando la gasolina
nos ponen negro como el carbón.
No quieras salir
nunca a tu balcón
aunque lo precises,
porque te pondrás
igual que un tizón
las mismas narices.
Pisando el pedal
de acelerador
todos tan contentos,
fabricando van
humo a discreción
porque todos ya
tienen un Seiscientos.
Todos queríamos coche
para poder pasear,
y ahora que ya lo tenemos
nos gusta el metro para viajar.
Por no aguantar los tapones
de tanta circulación,
ni soportar los olores
de los motores, que hay un montón.
Cierra tu balcón,
de ventilación
mejor que no abuses.
Cierra tu balcón
porque no entre el gas
de los autobuses.
Cierra tu balcón,
púdrete de olor
de un guiso de rape,
que es mucho mejor
para tu pulmón
que el humo explosivo
del tubo de escape.
(Valverde/León/Quiroga)
En un pueblecito muy junto a Lopera
allá en La Coruña un día nací,
y tuve por cuna la gaita y la meiga,
y por sonajero un cencerro de cinc.
Noche toledana, triste y sin dinero,
en mi casa duermen porque no hay ni luz,
mientras que una perra que tiene un lucero
abre la alacena y se come el tutú.
Soleá, Soleá del alma mía,
tú no naciste en abril,
con esa cara torcía,
lo mismito que un candil,
porque a carburo y a butano,
Soleá de mi alma,
me hiedes tú a mí.
De aquel pueblecito de junto a Lopera
buscando más sueldo un día me fui,
y gané mi sopa por tierra extranjera,
con mis fideítos y mi perejil.
Tuve cuanto quise de trabajo moro
y de tanta historia me llegué a cansar,
y volví una noche con cara de loro,
pero de esos loros que no puen ni hablar.
Soleá del alma mía,
por qué me iría yo allí.
Me estoy quitando la vía,
tú estás como un barril,
porque las quijás de un clavo,
Soleá de mi alma,
las cuelgo yo aquí.
Emilio "El Moro" con la Gran Orquesta Filarmónica Risa
LP 33 rpm
Discophon SC 2143
1972
(P. Calaf)
Borriquito como usted
tereré
que no sabe ni la E
tarará
qué borrica es mi cuñá
tororó
yo sé más que tó
¡U! ¡U!
¡O! ¡O!
¡I! ¡I!
¡E! ¡E!
¡A! ¡A!
Un mulito como yo
tororó
y una burra como usted
tereré
un penquito pa los dos
tororó
eso está chipén
Yo estaré cantante
yo estaré poeta
yo estar más peludo
el más sucio y barbudo
de la joventud
con ciento seis letras
pago mis calzones
y el sastre me sigue
con una pistola
por tos los rincones
Le debo a la hacienda
debo al taberniero
debo a la portera
debo la guitarra
debo al mundo entero
yo con este acento
parezco extranjero
y no soy de Vigo
ni tengo parientes
por ser inclusero
¡Ca! ¡Ca!
¡Ca! ¡Ca!
¡Ce! ¡Be!
¡Ce! ¡Be!
Una burra como usted
tereré
que no se tiene de pie
tarará
y un borrico como yo
tacató
no sé ni la o
Yo sé más que usted e que usted y que todo er mundo entiero y más que aquel, ¡eh!
Un morito como yo
tororó
no se encuentra ni en Nador
tirirí
y un borrico como yo
tarará
no sé ni la a
¡A! ¡A! ¡A!
Una bestia como yo
tororó
no se encuentra por ahí
tirirí
ni un zoquete como yo
tororó
yo sé más que tú
(Clavell)
Después que nos besamos,
como soy corto de vista,
se me escapó del coche
y se abrazó a un taxista.
Y yo sentí que al irse
mi pecho se achicaba
y era que mi cartera
no hacía bulto allí.
Somos más tontos que nadie
por tener un coche
que nadie paga en el mundo,
que hay tiempo de todo.
Somos los que arman quimeras
de noche y de día,
corriendo a doscientos,
partiéndose el moño.
Somos los seres más brutos
chocándo se mueve
para guardar el secreto
de to lo que debes.
Pero qué importa la vida
con esta circulación,
somos un gato en la llanta
de algún camión.
Somos los seres más tunos
que pisan la tierra,
todos guardamos secreto
el impuesto de hacienda.
Pero qué importa la vida
con tanta preocupación,
si luego viene la gripe
y to se acabó.
Yo hace un mes que no como
nada más.
(León/Algueró)
De por qué te estoy pegando
no me pidas la razón,
pues yo mismo no comprendo
que no se rompa el bastón.
Al llegar la madrugada,
cuando estés medio baldada,
te daré la explicación.
Te pego, vida mía,
pues es que el otro día
te pillaron con Fermín.
Te pego, cara dura,
porque eres la más chula
que en mi vida yo me vi.
Tú me serás siempre fiel
porque si parto el bastón
te doy diez mil puntapiés
en un riñón.
Ya ves que no te riño,
te trato con cariño,
ven y ponme de comer,
porque te hiero,
te hiero, te hiero,
te hiero, te muerdo y te pego
con la [maja el armidel].
Te pego, María Rosa,
por puerca y cochambrosa,
qué vería yo en ti.
Y ahora te lavas muy bien
con estropajo y jabón,
porque ya empiezas a oler
como un lechón.
No llores como un niño,
porque otra vez te endiño,
ven y pídeme perdón,
porque te hiero,
te hiero, te hiero,
te mato, te muerdo y te cuelgo
como se cuelga un melón.
La la la la ra,
dos loros, tres loros,
diez loros, tu cara de loro,
cómo te voy a querer.
(J. Brito)
Mira que eres bizca
qué horrorosa eres
verdad que no he visto en mi vida
pepona más fea que tú
con esos ojazos
que parecen coles
con esa mirada
siempre atravesada
con que miras tú
Mira que eres lacia
qué mandanga tienes
estando a tu lado verdad que se masca
el olor a tonel
porque eres tan limpia
tan fina y primorosa
que sólo con agua caída del cielo
te remojas tú
Mira que eres burra
qué tarugo eres
verdad que no he visto en mi vida
una sueca más bestia que tú
tienes un sarnazo
que ni cuarenta soles
ni el agua salada
quita tantas costras
como tienes tú
Mira que eres blanca
qué de pecas tienes
te dije en la casa que no te pusieras
tanto tiempo al sol
que eres un cangrejo
tan rubia y colorada
si quieres ser negra
no te des con crema
úntate betún
(León/Quiroga)
La vecinita de enfrente, no, no,
no tiene los ojos grandes,
pero tiene dos verrugas, sí, sí,
que parecen dos tomates.
Nunca ha pintado su reja,
nunca lavó los cristales,
y la cabeza la tiene
lo mismo que un melón grande.
Y los hombres cantan a la rueda, rueda,
ya viene la tonta, sálvese quien pueda.
A la Lima y al Limón,
cómo quieres que te quieran
si eres una coliflor
y además nunca te peinas.
Ay qué miedo y qué terror,
ay qué miedo y qué terror,
la vecinita de enfrente es más fea que un dolor,
y soltera se quedó.
A la Lima y al Limón.
La vecinita de enfrente, no, no,
nunca pierde la esperanza,
y espera de noche y día, sí, sí,
si hay algún tonto que caiga.
Se han casado sus amigas,
se han casado treinta novias,
y ella sigue burra y ciega
como el penco de una noria.
Y otros hombres cantan a la rueda, rueda,
como no la pelen cualquiera la peina.
So cabeza de melón,
cómo quieres que te quieran,
no te asomes al balcón
porque hay gente forastera.
Qué vergüenza y qué dolor,
qué vergüenza y qué dolor,
la vecinita de enfrente en su puerta se sentó
y la gente se asustó.
A la Lima y al Limón.
La vecinita de enfrente, sí, sí,
a los treinta se ha casado
con un señor de noventa, sí, sí,
que está to' desparramado.
Lo luce por los paseos,
lo luce por los teatros,
y va siempre por la calle
paseándolo en un carro.
Y con ironía siempre tararea
el viejo estribillo dándole a la rueda.
Yo no me peino el melón,
pero tengo quien me quiera.
A ver si revientan to's,
que no me quedé soltera.
Ya mi pena se acabó,
ya mi pena se acabó,
que aunque yo sea burra y ciega,
éste ve menos que yo,
y al baldao lo heredo yo.
A la Lima y al Limón.
(Valverde/Zarzoso)
Por ser amiga de mi tío Paco
yo me enteré de lo que ocurrió.
En juerga se vió la Dolores,
liá como una coliflor.
Y una coplita que andaba en pijama,
pregón de infamia de una mujer,
y el buen nombre
de aquella maña
maña se dió para comer.
"La Dolores de la copla",
me dijo mi padre un día,
"fue alegre, hijo mío, pero fue buena, je,
pero sin trabajar comía".
Si vas a Calatayud,
si vas a Calatayud
pregunta por la Dolores,
que una copla la mató
de vergüenza y sofocones,
des que te lo digo yo,
que soy el hijo de la muerta.
Dicen al mozo de la taberna
cuando en la calle lo ven barrer:
"¿Tú sabes su madre quién era?"
"Yo no". "Ay, qué tonta".
Dolores la del cuplé.
El la quería como un hermano
mas su cariño estranguló,
y no supo limpiar el suelo
porque no tenía Mistol.
Coplas que vais dando muerte
con el alma te maldigo,
fuiste dolor de mi madre, ah,
pero conmigo te equivocas.
Si vas a Calatayud,
si pasas Calatayud,
pregunta por la María,
que un tendero la mató
de tanto como le debía,
des que te lo digo yo
que soy de la raza calé.
(Cortés)
Mandando, toreando y con valentía,
está sobre la arena del redondel,
lo mismo que los trigos de Andalucía
de tieso está el flequillo del Cordobés.
Ay, Cordobita la llana,
que le diste al mundo entero
y el torero con más lanas.
Manuel Benítez, el Cordobés,
tú eres el rey de la torería,
no ha habido nunca, ni puede haber,
quien cobre más por una corría.
Atonta a los toros y todo es bondad,
corazón de oro y la sota de espás,
no puede ser, no puede ser,
que haya un torero
con más dinero que el Cordobés.
Revienta en aplausos la plaza entera,
el toro hecho papilla rueda a sus pies,
están tirando pollos sobre la arena,
Manolo los recoge de tres en tres.
Vaya en el mundo el salero,
se están llenando los bancos
con la cuenta de un torero.
Manuel Benítez, el Cordobés,
tú eres el dos de la torería,
porque aunque el uno fue Luis Miguel,
tú no hagas caso de tonterías.
La luna y sus cuernos también tocarás
con esa avioneta que pilotas ya.
No puede ser, no puede ser,
que haya un torero
con más millones que el Cordobés.
(León/Quiroga)
En Sevilla hay una casa
que hasta tiene su ventana,
y en la ventana una niña
con la cara de una rana.
Por la noche con la luna
los ranos se alborotaban.
Ay, corazón, cuando he visto a la niña,
ay, corazón, escondía en la persiana.
Ay, ay, ay, ay,
no te acerques a los charcos,
ay, ay, ay, ay,
no te pongas a cantar,
que ya están los ranos
crua, crua, crua.
No cantes tú,
ay, no cantes tú, amor mío,
no cantes tú,
mira que te voy a dar,
matarile, rile, rilerá.
De la feria de una aldea
le he comprado un par de gafas,
de los cristales muy negros,
pa la boca una mordaza,
y parecía un ratero
asomada a su ventana.
Ay, corazón, ya le dije a mi novia,
ay, qué plantón voy a darte mañana.
Ay, ay, ay, ay,
tengo que tirarte al río,
ay, ay, ay, ay,
ya no te puedo aguantar,
te lo juro, niña, por Alá.
Si quieres tú,
no tenemos que ir al río,
si quieres tú,
te tiro por el balcón,
matarile, rile, rileró.
Una noche de verano,
cuando la luna asomaba,
le vi la cara de rano,
la saqué por la ventana.
Y empezó a pegar chillíos
porque el río la llevaba.
Ay, que ilusión, cuando vi que mi novia,
ay, corazón, medio río se tragaba.
Ay, ay, ay, ay,
que ya se la lleva el río,
ay, ay, ay, ay,
qué gustito me quedé.
Con razón los peces salían de él.
Ay, qué ocasión,
se sintió decí en el río,
y poco después
se la tragó un tiburón.
Y este cuento, niña,
se acabó.
(Quintero/León/Quiroga)
Ya me he vestido de negro, ay, de negro,
porque tendré que matarte.
Por qué me han puesto encerrao, ay, por qué,
si encima habría que premiarme.
Cargué con toa tu familia,
con la fiera de tu madre,
me han dejao sin dos pesetas
y sin ropa pa mudarme.
Del por qué de este porqué
la gente quiere enterarse,
cuatro guardias me llevaron
y ahora descanso en la cárcel.
Y ahora descanso en la cárcel.
Tú eres la otra, la otra,
y a nada tienes derecho,
porque te llega la mugre
desde los pies al pescuezo.
Nunca compraste jabones
ni aprendiste a guisar,
y me alimentas to el día
con dos papas aliñás.
Con tal de vivir tranquilo
qué importa que tú te mueras.
Prefiero buscarme a otra
sin bigote y sin paperas.
Por qué te partí los labios, ay, los labios,
y no te corté la lengua.
Por qué una noche dijiste, ay, por qué,
que yo era de la otra acera.
El jornal que te ofrecía
ya no es tuyo, compañera,
que ahora se lo doy a otra
que se lava las orejas.
Como fue tu voluntad
no me vengas con más quejas,
porque te dejo metía
la cabeza entre las rejas.
La cabeza, ay, entre las rejas.
Tú eres la otra, la otra,
y a nada tienes derecho,
no quieras cargarme ahora
lo que pasó en el berbecho.
No me des pares y nones
ni me vengas a buscar,
y líjate los talones
que ya no puedes ni andar.
Yo vivo ya más tranquilo,
qué importa que tú te mueras.
Si vieras cómo la otra
me alimenta con paella.
(Victor Manuel)
Siento tu mano fría
corre que corre
sobre mi piel
y di un salto que al techo
casi llegué,
y antes de tocarme
caliéntate.
Vente conmigo al huerto
que están los nabos
por recoger,
y al ver la tomatera
que ayer planté,
y así creerás
lo que te conté.
Dije que te quería
como a nada en el mundo,
y nos sigue tu madre
sin descansar,
que es una loba en celo,
siempre detrás,
y con los ojos abiertos
de par en par,
de par en par.
Se esconde en la penumbra
de aquel rincón,
en aquel salón,
con las ideas
de un tiburón,
y piensa darme
con el jarrón.
Siento tu mano tibia
que palo a palo
rompe mi piel
y sus brazos se enredan
hoy como ayer,
si no se va tu madre,
yo no entraré.
Yo no te llevo al puerto
que está tu padre
como un león,
con una estaca al hombro
tomando al sol,
y tengo mucho miedo
del malecón.
Sabes que te quería
como a nada en el mundo,
que seguiría tus pasos,
tu caminar,
si me ve tu padre,
me dejará
con la ceja abierta
de par en par,
de par en par.
Vámonos pa la sombra
de aquel rincón,
que allí es mejor,
con dos besitos
y un apretón,
verás qué bien
quedamos los dos.
Pero no aprietes tanto,
porque con darme
tanto achuchón
me has saltao los tirantes
y hasta un botón,
me has dejao medio tuerto
con tanto amor.
Yo escarbaré en la tierra
como un labriego
sembrando arroz,
y tendrás tu gazpacho
y tu buen melón
y una casa con ratas
y algún ratón.
Sabes que te quiero
como a nada en el mundo,
que en cuanto tú quisieras
me iba a casar,
pero que tu madre
no podrá entrar
ni con la puerta de par en par,
de par en par.
Que se bebe to el tinto
de aquel porrón
que hay en el salón,
con dos cubiertos
y un hambre atroz
y hasta sin pan
se lo come to.
(Quiroga)
Vino en un rollo de lana,
de lana de un mal cordero,
y le cantaron la nana
dos gañanes y un cabrero.
Ganadera alicantina,
yo te nombro por madrina,
que el puchero de Avecrem
si algún día lo consigo,
pongo al perro por testigo,
que lo parto con usted.
Seré tu parienta,
por tu valentía,
y un saco de avena
tendrás to los días.
Ganadera con divisa de hojalata,
ten cuidado,
que este niño ya se come hasta las matas
que has sembrado.
Por tu hacienda y tu apellido,
no aproveches la ocasión,
que este niño lo has tenido
con un chófer de Chinchón.
Y en tus ojos se adivina
la locura con que matas,
y ya estoy en una encina,
ganadera alicantina
con divisa de hojalata.
Ya es un cabrero de fama
y ha puesto una lechería,
y es su pasión una fuente
que la ronda noche y día.
Por tres veces le ha pedido
que lo tome por marido,
las tres veces dijo no.
Y la causa es el dinero,
pues contigo, tío lechero,
díme qué voy a hacer yo.
A todas las noches
da saltos mortales,
hasta que la amarran
los dos mayorales.
Ganadera con divisa en el pescuezo,
loca mía,
cuánto diera por partirte to los huesos,
mal nacía.
Con tu hacienda y tus impuestos
to lo quieres arreglar,
y la tela del vestío todavía está sin pagar.
Y en la tienda se adivina
que no tienes ni una lata,
ve y te cuelgas de una encina,
ganadera alicantina
con divisa de hojalata.
(León/Valerio/Quiroga)
Se la trajo un barco
de unos balleneros.
La encontré en el puerto
y un amanecer,
cuando junto al faro,
sobre un cubo viejo,
sus cuarenta arrobas
dejaba caer.
Era grande y rubia
como una mazorca,
su pesho de vaca
como un camión,
y en su boca larga
tenía dos bigotes,
lo mismo que un guardia
de circulación.
Y ante dos litros de aguardiente
se me plantó en el mostrador,
y fue bebiendo lentamente
hasta acabar con el bidón.
Mira mi brazo tatuado
con los recuelos de un café.
Esto que ves junto al sobaco
es el retrato de mi Andrés.
El tío granuja me pegaba
con la correa de un tirapiés,
y para siempre voy marcada
desde el tobillo hasta el tupé.
Se piró una tarde
con rumbo ignorado
en un mercancías
que llegó hasta aquí,
pero entre sus dedos
se llevó enredado
mi reloj de oro
porque no le vi.
Y loco la busco
por todos los puertos,
a los marineros
le explico quién es,
y algunos me dicen
que me vaya al polo,
porque allí hay ballenas
pa parar un tren.
Y voy andando entre la gente
sin mi cadena y mi reloj,
y menos mal que no vio un diente
que con un puente tengo yo.
Tengo un zapato tatuado
sobre los dedos de mi pie.
La muy ballena me ha pisado,
y calza un ciento veintitrés.
Quizá la gorda me ha olvidado,
en cambio yo no la olvidé,
y hasta que no la haya encontrado
nunca sabré la hora que es.
Escúchame, marinero, y dime, ¿no la has vuelto a ver?
Tenía la cara de un pandero y andaba como un chimpancé.
Mira el tacón de su zapato
clavado aquí sobre mis pies.
Si te la encuentras, marinero,
no pares nunca de correr.
Yo no soy ese
LP 33 rpm
Discophon SC 2202
1973
(Mari Trini)
Yo no soy ese
que tú te imaginas,
yo soy un morito
tranquilo y tontuno
que vende relojes
y pinchos morunos.
Ese moro, sí, no,
ese sí soy yo.
Yo no soy ese
que tú te creías,
aquel Juan Palomo
que robó tu enagua
y escondió la liga
bajo la chilaba.
Ese moro, sí, no,
ese no soy yo.
No podrás
tú decir jamás
que yo he robado
pues por Alá que te daré
dos puñalás.
Si buscas un ligue
yo ya no soy ese
que se acobarda
frente a una borracha.
Te amarro a una soga
y te ahorco en la playa.
Ese moro, sí, no,
ese sí soy yo.
Pero si buscas
tan sólo aventura,
busca dos bomberos
que quemo tu casa,
y yo no soy ese
que irá a por el agua.
Piénsalo ya, no...
Yo no soy ese
que tú te imaginas,
yo estar un machote,
yo no estar gallina,
y si me abandonas
te dejo pelona.
Ese moro, sí, no,
ese sí soy yo.
Ese moro, sí, no,
ese sí soy yo.
Ese moro, sí, digo, o no,
digo sí, digo no, pero, ¿quién soy yo?
(León/Quintero/Quiroga)
Eres como una ballena,
con la boca toa doblá,
que al que le pega un mordisco
le arranca un menisco
y to lo demás.
¿Qué te pasa a ti en los rizos, Maruja Melón,
que parecen dos antenas de televisión?
A través de tu ceguera me empiezo a explicar
que tropieces con la estera que está en el portal.
Ya te he dicho muchas veces, Maruja Melón,
que las piedras de la calle no son de algodón.
Como no has puesto cerrojo
en la puerta el balcón...
te has caído encima de un cojo,
Maruja Melón, Maruja Melón,
Maruja Melón, Maruja Melón.
Tiene las chinches por cientos
y de pulgas un sinfín,
y por morder los insectos
no va ni un turista por el Albaicín.
Ya se fueron tus enaguas, Maruja Melón,
y tu blusa de lunares a la desinfección,
ahora gástate el dinero en escama y zotal
y colócate en el pelo una manta liá.
No me hiciste lindo caso, Maruja Melón,
y te has roto el espinazo contra un camión.
Por no haber puesto cerrojo
en la puerta de tu habitación...
te ha puesto denuncia un cojo,
y estás en prisión, Maruja Melón,
Maruja Melón, Maruja Melón,
Maruja Melón, Maruja Melón,
Maruja Melón, Maruja Melón.
(Espinoza/Campuzano)
A todos los conductores
mi voz sirva de acompaña
cuando vayan dando saltos
por tos los baches de España.
Y le digo al tío Cristóbal
que no se acuerda del vino,
que Perico, el otro día,
se cargó treinta cochinos.
Conductor, ten mucha precaución,
la rubia es peligrosa,
y te espera tu suegra y esposa
pa que pagues el televisor.
Conductor, ten mucha precaución,
tu enemigo lo llevas detrás.
Te piden paso tres niños
con uno de seis cilindros
que lo acaban de robar.
Si te pasa algún tunante
que el peligro desafía,
le tiras los alicates
y le partes las encías.
Y si es larga la jornada,
nunca salgas de estampía,
porque llegas a tu casa
con toas las bielas fundías.
Precaución, amigo conductor,
por allí viene un novato,
se ha cargao una burra y tres gatos,
y la lleva enganchá en el capó.
Conductor, ten mucha precaución,
los del sábado vienen pa acá.
Acuérdate de tus niños
y cómprale unos pestiños
y al pasar por Alcalá.
Mi parodia,
a mi amigo conductor
le dedico mi parodia.
Si nos damos el morrón
nos veremos en la gloria
tos envueltos en algodón.
(Cantabrana/Perelló/Mostazo)
Gitana, que tú serás,
como la falsa monea,
que no vales ni un real
aunque te vistas de sea,
que no vales ni un real
y que [...] hasta más fea.
Solté el revolver pa no matarla,
cerré los ojos pa no apuntá,
como soy débil para empujarla,
cogí la puerta sin decir na.
Me voy, mujer mala,
me voy de tu vera,
ruea lo mismito que una maldición,
y un ye-yé permita
que otro que te quiera,
la nevera pague,
pague la nevera,
y la televisión.
¡Gitana!
Tú te verás
como tu madre y tu abuela,
comiendo papas guisás
en la puerta de una cueva.
Besó los negros del Congo Belga,
y a cuatro suecos que había en Graná,
y aquella tarde fue a un regimiento,
y hasta al sargento quiso abrazar.
Cuando se marchaba
no quise mirarla,
ni lancé un mugío
ni le dije adiós.
Me quedé en la puerta
y pa darle rabia
me limpié las uñas,
me limpié las uñas,
con su tenedor.
Gitana, que tú serás
lo mismo que una coneja,
que no para de criar
desde enero a Nochebuena,
no te puedes figurar
lo tranquilo que me dejas.
(Álvarez/Maciste/Blanco)
Pintor parido en la sierra
pero de padre extranjero,
pintor que pinta estrellando
sobre un lienzo cuatro huevos.
Aunque una casa sea blanca
tú me la pintas de negro,
y después de ver tus cuadros
hay que llamar a un loquero.
Pintor, ¡no pintes por favor!
Porque si pintas un melón,
le pones dos orejas
y dices que soy yo.
Pintor de cuadros de alcoba,
si tienes alma en el cuerpo,
¿por qué pintaste a mi Lola
con un ojo en el pescuezo?
Siempre pintaron iglesias
poniendo angelitos bellos,
y ahora tú pintas dos niños
y te salen dos camellos.
Siempre que pintes iglesias
pinta solo la veleta,
que ése aguanta tu pintura
porque está majareta.
(Carreño/Fdez. de Sevilla/Penella)
Voy a contarles a ustedes
lo que a mí me ha sucedío,
aquello fue el lío más grande
que en mi vía me he metío.
Fue en Badajoz, una Nochebuena,
que yo preparé una cena
pa invitá a dos coreanos,
y en la reunión,
toda de pastores,
con bellotas y alfajores,
y allí reventamos tos.
Fue en el tiempo de guerra
sin desarrollo,
y no llevaban agua
ni los arroyos.
Yo compré de estraperlo
una receta
y compré en la farmacia
un litro de alcohol.
¡Vaya un alcohol!
¡Que ardimos tos!
El vino que fabricamos
bebimo en tierra extremeña,
y ví a los dos coreanos
dando trompazos contra una peña.
Allí no brindaba nadie,
y fue el fin de aquella cena,
la Nochebuena más mala
que soñar pudo un español.
Más de pronto se escuchó
una burra rebuznar.
Quietos todos, —dije yo—
que la vamos a ordeñar,
pa guisarla tiempo habrá...
Llegó la alegría,
la burra gritaba,
y todos bebían,
yo sólo ordeñaba.
Y oyendo el rebuzno,
y allá en la montaña,
vinieron to los burros
y gitanos de España.
(Oswaldo Farrés)
Suegrecita del asma querida,
en mi pecho no tengo una flor;
es que saben que vives conmigo
y me han puesto la cruz del valor.
Mi ruina eres tú, suegrecita.
En mi vida tú has sido y serás
la culpable de todas mis penas
y del piso que está sin pagar.
Dos jamones yo tuve en mi vida
que un tendero me quiso fiar.
Te comiste los dos, suegra mía,
y ni el hueso nos dejas chupar.
Suegrecita del hambre canina,
en mi pecho yo tengo la tos,
y es que tengo media pulmonía
porque no hay un cristá en el balcón.
Y aunque tienes dos niñas mocitas,
yo no creo que las puedas casar.
Aprovéchate bien, suegrecita,
que otro tonto no habrás de encontrar.
Suegrecita del asma querida,
si en el techo ves otro jamón,
no lo trinques también, suegra mía,
que es tu yerno que al fin se colgó.
(León/Quiroga) [(Montoro/Solano)]
Te voy a partir la boca,
te voy a partir los ojos,
te voy a partir la boca
por lo chismosa que eres.
Por lo chismosa que eres
y porque todo lo lías,
y es que ya estás como loca
como todas las mujeres.
Ya no te aguanto, Ramona,
ya no te aguanto ni un día
porque eres una pachona
y muerdes con las encías.
Tantas cosas, tantas cosas,
tantas cosas te diría
que no sé por cua' empezar.
Zorroñosa, trapajosa,
puercachona, churretosa,
¿cuándo te vas a lavar?
Los puños tienes pelaos
y ni un botón cosío,
y los cacharros no se han fregao
ni en la casa se ha guisao
desde que mandó tu tío,
desde que mandó tu tío
aquel conejo robao.
De tu madre y de tu tía
a mí no me importa nada,
de tu madre y de tu tía,
porque son dos caraduras.
Porque son dos caraduras,
y yo más feliz que nadie
pensando en que cualquier día
se mueran de calentura.
Todo lo doy por bien hecho,
todo lo doy por perdio,
meno aquel saco de afrecho
que en cuatro días se han comío.
Con dos losas, con dos losas,
me endiñaste con dos losas
y al porrazo me rendí,
y por si era poca cosa
me largaste un puñetazo
con más fuerza que Urtain.
Los pulsos tuve paraos
y hasta un diente yo he perdío,
cuando mis labios amorataos
dijeron casi cerraos:
"Como nadie me ha mordío,
como nadie me ha molío,
como nadie me ha pegao".
(L. González)
Campanitas que vais repicando,
Navidad váis alegre cantando,
y ya llegan los dulces de coco
y el turrón de almendras
que habrá que roer.
Y aquella gallina que a plazos compré,
tó el mundo en la mesa dispuesto a comer.
No puedo más...
Y aquella viejita que tanto adoré
se ha puesto hasta bizca de tanto comer.
Navidad que con tanto cantar
ya nos duele hasta el alma y no puedes ni hablar.
Y que guasa es andar por las calle
pisando los charcos por la madrugá,
y escuchando una vo estropajosa
que dice quejosa:
"Esta noche es Nochebuena
y mañana Navidad;
prepara el amoníaco
que ya tengo la tajá".
¡Navidad!... ¡Qué tajá!...
(Facundo Cabral)
Nene, nene... mi papá, mi papá se ha disgustao porque trabaja en televisión [...]
un español fue a televisión para presentar un programa,
pero no había sitio, por eso mi papá está enfadao, se lo habían dao a un argentino.
Los moros buscando agua encontraron petróleo;
por eso se alumbran con un quinqué.
Yo me comí en Marmolejos
cuatro kilos de cangrejos.
¡Pobrecito mi patrón,
que sólo come jamón!
¿Quién sabe si el apoyarse
es mejor pa no matarse?
Pobrecito mi patrón,
piensa comprarse un bastón.
Más que el gorro es la cabeza.
Lo más caro es la langosta.
¡Pobrecito mi patrón,
que se baña en Benidorm!
Solamente lo barato
es no comprarse zapatos.
¡Pobrecito mi patrón,
que los gasta de charol!
Dominar es la manera,
aunque sea con el seis doble.
¡Pobrecito mi patrón,
que mal juega al dominó!
Lo importante no es el preso,
sino el guardia que lo encierra.
¡Pobrecito mi patrón,
piensa que el preso soy yo!
¿Qué me importa ganar treinta
si mi patrón no revienta?
¡Pobrecito mi patrón
dicen que ya reventó!
Larará... larará... larará...
Larará la la larala...
(Emilio Jiménez)
Todo aquél que se emborracha
y dice que es pa olviar,
será pa to lo que sea, pe,
pero le gusta privar.
Ay, lerele, ay, leré leré,
lele rele, ay, leré leré.
La mujer que fuma en pipa
y se harta de beber,
yo no digo que sea mala, pe,
pero muy buena no es.
Ay, lerele, ay, leré leré,
lele rele, leleré leré.
Si te gustan las mujeres
porque se saben pintar,
compra una entrada del circo, que,
que hay payasos de verdad.
Ay, lerele, ay, leré leré,
lele rele, ay, leré leré.
Hay maridos que presumen
que en su casa mandan más,
y cuando llegan a ella, se,
se ponen un delantal.
Ay, lerele, ay, leré leré,
lele rele, ay, leré leré.
Ganas, tengo ganas,
ganas, tengo ganas,
de meterte en un barril
de aceitunas sevillanas,
de meterte en un barril
y mandarte a Dos Hermanas.
Las ensaladillas de Emilio el Moro de canto y cante
LP 33 rpm
Discophon SC 2222
1974
(Julio Iglesias)
Eu queroche tonta,
aínda non o sabes.
Pero eu non quero
vivir con teu pae.
Quero os tuo Ribeiro
para emborracharme;
os teus potes llenos
de tocino y carne.
Para una galaxia, ei!
mandaré a teu pae,
y yo aquí en Galicia, ei!
viviendo a lo grande.
Teño morriña, ei!
teño saudades,
por tener pronto, óó...
deso tus reales.
Teño terriña,
teño dos trajes
y ya están louxo
teu pae y teu mae.
Traeme morcilla,
traeme dos panes,
que aquí está el amo
d'esos teus lares.
Teño terriña,
teño dos trajes
y ya están louxo
teu pae y teu mae.
Traeme morcilla,
traeme dos panes,
que aquí está el amo
d'esos teus lares.
Para una galaxia, ei!
mandaré a teu pae,
y yo aquí en Galicia, ei!
viviendo a lo grande.
Para una galaxia, ei!
mandaré a teu pae,
y yo aquí en Galicia, ei!
viviendo a lo grande.
Teño morriña,
teño saudades,
por tener pronto,
deso tus reales.
Teño terriña,
teño dos trajes
y ya están louxo
teu pae y teu mae.
Traeme morcilla,
traeme dos panes,
que aquí está el amo
d'esos teus lares.
D'esos teus lares,
d'esos teus lares,
que aquí está el amo
d'esos teus lares.
(E. Herrera/E. Jiménez)
Por Dios, que me vuelvo loco,
quitadla de mi presencia,
por Dios, que me vuelvo loco,
si hay alguno con paciencia,
que venga y la aguante un poco,
verá si pide clemencia.
Que se muere, que se muere,
mi suegra me dice, dice,
que se muere, que se muere,
y yo le digo, le digo,
que se espere, que se espere,
que hay que pagar los recibos.
(J. M. Serrat)
Es peluda como un coco
y tiene el pelo marrón
y las uñas retorcidas
como un gorrión.
Le gusta estar en la cama
o sentada en el balcón
para ver si le echa mano
a algún gorrión.
Nació una noche de viento
y una viga le cayó,
y anda pegando saltitos
como un gorrión.
Pajarraca parda
que la cartera de Don Fernando
dejó una noche seca y vacía
porque la niña se la robó.
Pajarraca errante
que bebe vino como un tratante
y con la mano jamón comió.
Como le gusta el alpiste
siendo de Rute o Chinchón,
se le ha puesto la pechuga
como un gorrión.
Se come treinta canarios,
dos gallinas y un halcón,
y luego se limpia el pico
como un gorrión.
Tiene en un ojo una nube
duerme en cualquier rincón,
ronca lo mismo que un gato
con sarampión.
Pajarilla parda,
que en una fonda de San Fernando
quedó su cuarto limpio y vacío
porque la poli ya la trincó.
Pajarraca errante,
que ya lograron echarle el guante,
y de la cárcel jamás salió.
(L. Postigo)
Una chaqueta gritaba (así: "¡Ah!")
en una tintorería,
una chaqueta gritaba (así: "¡Ah!").
Los botones le cosían,
con la aguja le pinchaban.
Vaya una tintorería.
Lo que por ti estoy sufriendo
y a un árbol yo le conté,
lo que por ti estoy sufriendo.
Tu retrato le enseñé,
el árbol salió corriendo
y lo cogieron en Jerez
(en Jerez de los Caballeros, señores).
(Carmelo Larrea)
Sevilla tuvo que ser,
con un calor que asfixiaba,
testigo de nuestro amor,
bajo el puente de Triana.
Y nos quisimos tú y yo,
comienzo pan y pescao,
pero la humedad ha querío
que ahora estemos constipaos.
Tú ten cuidao con los cruces,
porque yo nunca me olvío
de los peatones que han muerto
sin haberlo comprendío.
Y a ver si pones dos luces
en la puerta del postigo,
pa no partirme los huesos
cuando voy a hablar contigo.
Ay, barrio de Santa Cruz,
ay, casa de mi tía Elvira,
donde se comía el turrón
sin buscarse la ruina.
Ya todo aquello pasó,
todo quedó en el olvío,
aquellos precios de entonces
a las nubes se han subío.
Tengo empeñadas dos cruces
en el monte del olvío,
por dos jamones de puerco
que tú sola te has comío,
y no son tuyos ni míos.
(E. Herrera/E. Jiménez)
Tra la la la la, la la la la la, la, la, la la la, la la la la, la la la...
Que el mar sea tan salao
sabe todo el mundo, pero que todo el mundo, el motivo,
que el mar sea tan salao,
porque las niñas de Cai
tiran allí el bacalao,
porque las niñas de Cai
tiran allí el bacalao.
Ha entrao una fregona
allí en la bahía de Cai,
y ha entrao una fregona
con un letrero que dice:
"A mí me llaman Ramona",
y otro letrero que dice
que tengo cara de mona.
Está llorando Manuel
a la orillita del río,
y está llorando Manuel,
porque se le han quedao helaos
los cinco deos del pie.
De San Fernando a Cai hay un letrero
que anuncia las rebajas del mes de enero,
en el mes de enero, niña,
en el mes de enero,
si no tienes pa abrigo
compra un brasero.
Tengo una novia
con cuatro dientes,
tengo una novia
con cuatro dientes,
y en los pies más callos
que un dependiente.
(García Tejero/Bazán)
Pa hacerle memoria de lo que yo quiero
tengo un sapo doble sin campanilleros.
¡Qué bonitas son, mamá, qué bonitas son!
Hablo de la casa donde yo he nació,
la choza más sucia que yo he conocío.
¡Qué horrorosas son, mamá, qué horrorosas son!
¡Qué horrorosas son, mamá, qué horrorosas son!
Tiene una cancela con su campanita
que está toa pringada de las palomitas.
Tengo yo una esposa que está como un trillo
y con los mofletes como dos membrillos.
¡Qué bonitas son, madre, qué bonitas son!
¡Qué fresquita está, madre, el agua de mi botijo!
Encharcao del campo, de tormenta el cielo
y un paraguas vuelto con cien agujeros.
¡Ay, qué chaparrón, madre, ay, qué chaparrón!
Ya no hay ruiseñores ni vienen jilgueros,
y con tantas pulgas ya estoy sin pellejo.
¡Qué gorditas son, madre, qué gorditas son!
¡Qué gorditas son, madre, qué gorditas son!
Tengo dos lagañas como campanitas
pues con tanto frío que se lave Rita.
Ya tengo a mi suegra enganchá en el trillo
y como se pare le tiro un ladrillo.
¡Ay, qué picazón, madre, ay, qué picazón!
¡Qué gordita son, madre, las pulgas de mi cortijo!
(Jairo/Alfonso/González)
Por si tú quieres saber
yo soy aquél que anda
vendiendo pitos de goma
por las calles de la Algaba.
Por si tú quieres saber
yo soy aquél que anda.
Por si tú quieres saber,
me gusta la madrugada,
cuando tu madre se acuesta
y tú conmigo te escapas.
Por si tú quieres saber
te espero esta madrugada.
Por si tú quieres saber
cómo será nuestra casa,
imagínate una choza
llenita de talarañas.
¡Mejor no quieras saber
cómo será nuestra casa!
¡Mejor no quieras saber
cómo será nuestra casa!
Por si tú quieres saber
lo que mis manos buscaban,
pregúntaselo a Miguel,
porque él también lo buscaba.
Por si tú quieres saber
ya repetiré mañana.
Por si tú quieres saber
lo que vale una ensalada,
compra un tomate y verás
lo que queda de la paga.
Por si tú quiere saber,
vente conmigo a la plaza.
Por si tu quieres saber
cómo será nuestra casa,
imagínate cien letras
y que ninguna se paga.
Por si tú quieres saber,
¡cómprate un libro, so pava!
Por si tú quieres saber,
cómprate un libro, so pava.
(L. Postigo)
Un coche estaba llorando,
llorando con sentimiento,
un coche estaba llorando,
la grúa del ayuntamiento
se lo llevaba arrastrando
sin piedad ni sentimiento.
Larga carrera le di
a un coche que yo tenía,
larga carrera le di,
le explotaron las bujías
y caí en Puente Genil
con las costillas partías.
(Camilo Blanes)
Un "rajó" en mis calzones
en los puños ni un botón...
Me acostumbré a oler a queso
y a tu piel color zarté
y al tufillo de tu cuerpo
tu camisa y tu sostén.
Tu voz se quiebra cuando me llama
y me escondo tras de una piedra
que me abrazas y me entran ganas
de estrellarme con la puerta.
Algo de ti
algo de ti
algo de "tití" ya estoy oliendo.
Quiero vivir
quiero vivir
saber cuando te vas amor.
Porque te vas, tú no te quedas
porque comes más que un mastín
y en mi mesa y en mi cama
ya no hay sitio para ti.
Si se mañana al despertarme
no hallaré la que roncaba
y en tu sitio habrá un guayabo
que se peina y que se lava.
Algo de mí
"muso" de mí
hoy todo en mí se está riendo.
Ya soy feliz
ya te perdí
ya sé que estás en el Japón.
Vete a Pekín
vete a London
vete a París... no estando aquí...
Ya soy feliz
ya...
(L. Postigo)
Ay, ay, ay, ay...
Ay, mi canto,
¿de qué te sirve mi canto
si al verme te vuelves loca?
Yo sé que estás deseando
de comerte un plato sopa
que no se lo salta un galgo.
Qué desgracia fue la mía
el día que te conocí,
qué desgracia fue la mía,
pa despedirte de mí
te subiste a un tranvía
y todavía te estoy esperando.
(L. Postigo)
La, la la ra la, la ra la la, la la la ra la...
Trescientas letras firmé
en un comercio y un día,
trescientas letras firmé,
después con la policía
las tuve que devolver
junto con la mercancía-ah-cadababa-cada.
Ya no se pinta la cara-da,
ay, la novia que yo tenía,
ella ya no se pinta la cangada-dadara,
se pone calcamonías
pa taparse las viruela
que desde niña tenía-baba-uu-cabababa-saba.
Dedicado a "Lucecita"
LP 33 rpm
Discophon SC 2268
1975
(Quintero/León/Quiroga)
Era mu poco en la vía
tan poco que nada era
por no tener no tenía
ni vergüenza en la cartera
Era un triste aficionao
que buscaba la ocasión
de tragarse de un bocao
más de medio salchichón
Y echándole valentía
se fue pa una vaca blanca
que estaba recién paría
en campos de Salamanca
No embistas vaca bonita
no embistas por cariá
yo sólo quiero ordeñarte
que nadie lo va a notar
Aquí no hay plaza ni nombre
ni traje tabaco y oro
aquí hay un tío con más hambre
que los pavos de Bartolo
En pisarme no repares
te concedo hasta el perdón
dame leche por tu pare
porque ya no tengo mare
ni quien me dé Pelargón
Todas las noches saltaba
sin miedo la palanquera
y en el corral no dejaba
ni un pollo pa Nochebuena
Quizá fuera colorao
el tomate que cogió
y mordiéndole un costao
ni una pipa le dejó
Pero le salió Matías
que vino con una tranca
y el niño de Andalucía
quedó tieso en Salamanca
Adiós plaza de Sevilla
ya nunca me habrás de ver
tengo partías seis costillas
la tibia y el peroné
Adiós capote de hule
que fuiste mi compañero
morir en esta pelea
es cosa de buen ratero
Ya vestío de alamares
no ha de verme la afición
y como este tío no pare
por la gloria de mi mare
que se acaba la función
(hablado:)
Allí quedó entre las matas
ninguno lo vio caer
nadie rezó tan siquiera
ni una homalía por él
Por él ninguna serrana
lloró de luto vestía
y se quedó en Salamanca
con las costillas partías
(Quintero/León/Quiroga)
La llamaban Lucecita
y era en la radio un clamor,
pero nadie a la mocita
su niño reconoció.
Ni suenan las lavadoras
ni hay quien se ponga a coser,
y en cuanto llega la hora
sólo hay llanto a to' meter,
y se limpian los ojos por los visillos,
y hay quien de lagrimones llena un lebrillo.
Lucecita, Lucecita,
Lucecita picaruela,
con su cara de tontita
vende un millón de novelas.
Ella está de criadita
y el señorito camela.
Don Enrique la trae frita
del corral a la cancela.
Pero esta criadita
por Gustavo corre y vuela,
que está loca la mocita
porque tiene Lucecita
más calor que una caldera.
Oculta detrás de un olivo
la niña lo vio llegar,
le dijo esa entraña es mía
y ahora está en maternidad.
Y hablando de sus amores
le daba el amanecer,
y pensaba Lucecita:
"¡Ay, Dios mío, si me ven!"
Y ahora andando que andando bajo la luna
se le caen lagrimones como aceitunas.
Lucecita, Lucecita,
Lucecita la tontuela,
que tienes a media España
sin fregar ni una cazuela.
En cuanto suenan las cuatro
por to'as las casas te cuelas,
y aunque lleguen los ladrones
las mujeres no se enteran.
Por el bosque corre y vuela,
sube y baja la mocita,
y ya está la Lucecita,
y ya está la Lucecita
como Pérez de Tudela.
¡Lucecitaaaaa!
Lucecitaaaaa, que me tiene aquí...
(F. G. Maldonado)
Este amor exagerado
ya me tiene jorobado
y me iré (por la gloria de mi padre que me voy).
He pensado en la locura
de partirte la cintura
con los pies.
Me besaste hace tiempo,
cuando me llegó tu aliento, ¡qué asco!,
eché a correr.
Tú tenías mucha razón,
porque hueles a ratón,
mala puñalá te den.
Y volver, volver, volver,
ni de que tú lo pienses, tú, mujer,
que te quiten ese aliento
y te fumiguen los dos pies.
Yo quiero ganar
[...]
y no perder, y no perder.
Este amor que os he explicado
y que ya he abandonado
por beber,
ya no tengo la locura
de romperte la cintura
porque me costa diner.
Aquel beso que me diste
pues me supo un poco a alpiste
y a bebé.
Tu tenías mucha razón
hago caso al corazón
y me muero por Jerez.
Y a beber, a beber, a beber,
cuarenta vasos a la vez.
Pisaré por los caminos
toas las viñas de Jerez,
yo sé beber, yo sé beber
yo sé beber, ¡que sé!
(E. Jiménez)
Esto va dedicado, con todo mi cariño y respeto, a la suegra de la mujer de mi hermano.
Menos faltarle a mi mami
to te lo consiento a ti, papi,
menos faltarle a mi mami,
que a una mami no se encuentra
y a ti te encontré en el parque
vendiendo botijos de Cuenca.
¿Te arrecuerdas de aquel ruido que escuchamos aquel día,
sin saber quién lo había hecho ni de qué rincone salía?
Pero qué estelo, qué duinde, qué santimiento e qué voz,
creo que se nos hincharon las narices a los dos.
Toíto te lo consiente
menos faltarle a mi mami,
que una mami no se ancuentra
y a ti te encontré en el parque.
No vayas a que te fegura que esto va con entención, ¿sabes?,
tú saber que yo tener dintro de mi cuarazón
el caranio más poro y más ferme que ningún hombre ha sintiera
por la que dios o nos ha trinado la ha entregada de companiera,
pero estar bonita la copla y entrar bien por solidades.
Toíto te lo consiente menos faltarle a mi mami,
que me he enterao por un chivato que le faltaste ayer,
y nadie me lo ha contado, nadie, mera usté qué cusa, pero yo lo sabe.
Yo tengo entre dos jamones mi corazón repartido,
si me encuentro uno sin funda es que el otro se lo han comido, no cabe doda.
Mera, mera, nunca me queja de los caprichos que cuesta,
quieres un vestido, que te lo compre tu padre,
quieres un reloj, una cabra.
Y ni me importa que la gente vayan de mi muarmurando
de que si soy para ti un moro de trapo,
que si me has quitao er mandamiento,
que si en esta mano tengo esta mecena y dentro el otro, y en fin,
una serie de cosas que están comentando la personas
que yo no estoy dispuesto a aguantarlo.
Que si en esta mano derecha y en la otra
yo tengo un boquete por donde se me va el dinero chorriando, ¿y a mí qué?
Morieta, yo con tal de que nunca de mi lao te de separes,
toíto te lo consiento menos que le faltes a mi mami.
¿Por qué ese mimbre de loto que lo livanta su voz?
Que en noventa anios no ha tenido contigo ni un no ni un sí,
que jandar como una pavisa, que no jeme ne sospera,
que se le llenan los ojos de lagrimones cuando te mera,
que me crió con sopositorios, con gazpachos y maizena,
y que me untaba bálsamo bebé pa que no escociera.
Y estaba más a gusto todas las cosas, ¿sabes?
Que me llevaba al Retiro a ver los gorilas
pa que no se me olvidara la cara de mi padre que tenía parecida,
y en las candelaria de su hijo consumió su joventó
cuando era cuarenta veces mocho más guepa que tú,
mera, tienes que hacerte la cuenta que lo ha visto en el altar,
e hincarte de rodillas como si fuera a fregar.
Conque a ver si te colocas y me dejas ya en paz,
e que te den por el peso lo que tú quieras cobrar.
Desde la cuna a mi mare de mi alma,
la quiero desde la cuna.
Por Dios, no me la avasalles,
porque mare no hay más que una
y a ti te encontré en la calle.
(E. Jiménez)
Esta vida en que vivimos
no me la puedo explicar.
No me lo puedo explicar,
esta vida en que vivimos
no me la puedo explicar.
Aunque no tengamo un duro
queremos representar.
Se pasan muchas fatigas,
eso no importa un comino,
si de algo se alardea,
si de algo se alardea
es de que no lo tenga el vecino.
Pa que la gente me vea
un coche yo me he comprao,
un coche yo me he comprao,
pa que la gente me vea,
un coche yo me he comprao,
y no quiero ni pensar
las letras que yo he firmao.
Las letras que yo he firmao,
yo no sé las que serán,
pero estaré jubilao,
pero estaré jubilao
y alguna me quedará.
Algunas me quedarán,
pero ya las pagaré,
pero ya las pagaré,
algunas me quedarán,
pero ya las pagaré,
aunque hay más de cuatro días
yo me acueste sin comer.
No podía con mi trabajo,
y hay que ver cómo me veo,
que para pagar el coche,
que para pagar el coche
y hasta tengo un pluriempleo
(Bolaños/Jofre/Castellanos)
Julia García de las Torre
pintó su casa en Utrera
dejando más chorreones
que arañas tiene una cueva.
Troncha con su taconeo
las lechugas de su huerto,
porque sus pies son tan grandes
como una caja de muerto.
Para-para-pa-pa-pa, pa pa,
para-para-pa-pa-pa.
Pa-pará-pa-pa. Chin pon.
Morena, con dos latas de claveles
en una reja torcía,
como tú no hay dos mujeres.
Morena, remiéndate tu mantón
y guarda ya la guitarra,
que suena igual que un tambor.
Cuando se escapó de casa
porque le gusta una copa,
se marchó con un bombero
cantando como una loca.
Dice con cierto salero
la granaína de Estepa,
las bulerías de Asturias
y las sardanas Manchegas.
Pa-para-para-pa-pa, pa pa,
pa-para-para-pa-pa.
Pa-pará-pa-pa. Chin pon.
Morena, con un cajón de claveles
en una reja caía,
que hasta de cerca ni hueles.
Morena, con tres piezas en el mantón,
cuando toca su guitarra
creo que pasa un tractor.
(M. Alejandro)
Esa mujerona que ves con el bolso blanco,
esa mujerona que ves con zapatos negros,
ésa es la mujer que no quiero y no quiero
porque ya una vez me arañó toas mis carnes,
ésa es la mujer que me dijo: "Te quiero",
cuando la lagarta quería pescarme.
Esa tía tan grande que ves con los ojos bizcos,
esa mastodonte que ves con los pelos tiesos,
ésa es la mujer que me tiene sin sueño,
porque es la pantera feroz de su madre,
ésa es la mujer que yo miro y me muero,
porque ya a mi suegro dejó pa el arrastre.
Ella se invitó a vivir de mi sueldo,
ella me gritó la primera palabra,
ella me enseñó a que fregara los suelos
y a que me fuera a ordeñar la cabra.
Ella me dejó dos cucharas de lata,
me quitó mi manta y pasé mucho frío
y me dibujó en las costillas dos tablas
pa que le lavara la ropa en el río.
Este pobrecito que ves con el pelo blanco,
este pobrecito que ves con los ojos tristes,
es el infeliz que le dijo: "Sí, quiero",
cuando lo llevaron atao pa casarse,
ése es el imbécil que duerme en el suelo
porque ni en la cama lo dejan echarse.
Esa tía petarda que ves con los ojos blancos,
esa tía tan fea que ves con los dientes negros,
ésa es la mujer que yo quiero y yo quiero
ver como se cuelga de un árbol muy grande,
ésa es la mujer que yo quiero y yo quiero
verla en un cohete que llegue hasta Marte.
Ella me estrelló en la cabeza una silla,
me llevó corriendo hasta cerca de Soria;
no creo que una galga corriera en su vida
lo que aquella fiera detrás de mi sombra.
Me enseñó a correr sin los pies en la tierra,
me enseñó los dientes con gesto de ira,
y por qué de día se ven las estrellas
si con una piedra en el coco te endiñan.
Esa mujercita que ves junto a Pozoblanco,
esa mujercita que busca de pueblo en pueblo,
ésa es la mujer que me sigue y me sigue,
porque lo que quiere es cortarme el pescuezo,
ésa es la mujer que me sigue y me sigue,
porque lo que quiere es cortarme el pescuezo.
Larala, lalala, lalala, etc.
(M. Moreno)
La Pili,
la Pili nació en Triana
entre fandangos y olés
y al verla se acabó el cante
y echaron tós a correr.
Creció renegra y pelona
tan seca y esmirriá
que en el barrio la llamaban
Pili, la transparentá.
Cuando cumplió veinte abriles
andaba mal del tejao,
se puso un moño postizo
y un traje deteriorao.
Fue pa la venta El Curriyo
y se subió en el tablao.
Pili, ay, Pili, Pilili,
y hubieron diez muertos
del susto que has dao.
Pili, ay, Pili, Pilili,
y hubieron diez muertos
y veinte lisiaos.
La Pili,
la Pili tuvo un amante,
nadie sabe cómo fue,
pero una noche la vieron
de juerga con un inglés.
Dicen que al día siguiente
vieron salir al inglés
huyendo despavorío
con la prisa de un exprés.
Pili se dio a la bebía,
vaya cacao que se armó,
y en ca taberna que entraba
cerraban por defunción.
Se emborrachó con vinagre
y en la plazuela explotó.
Pili, ay, Pili, Pilili,
y hasta el pavimento lo desintegró.
Pili, ay, Pili, Pilili,
y el Ayuntamiento desapareció.
(Emilio José)
Soledad es tan dura como la escarola,
que vivió siempre en la huerta sola
porque no la aguanta nadie,
ay, mi Soledad.
Soledad, no es criatura, es otra cosa,
más que fea es horrorosa
y no se peina todo el año,
ay, mi Soledad.
Soledad, como otra mula cualquiera
de la aldea donde naciera,
rebuzna cuando se ríe,
ay, mi Soledad.
Pero yo la quiero así
con pinta de gata porque es fiera,
que amarga igual que el agua que nos llega,
oliendo a cloro desde el manantial.
Pero yo la quiero así,
distinta, como su abuela.
La pobre está, porque no tiene muelas,
comiendo gachas desde Navidad.
No sabiendo ni a donde va,
se pierde siempre mi Soledad.
Soledad, es arisca como una paloma,
y es un rano cuando ella se asoma,
por entre los matorrales,
ay, mi Soledad.
Soledad, es más bruta que otra cosa,
y por ser tan escochambrosa
no sabe lo que es un baño,
ay, qué Soledad.
Soledad vive como otra cualquiera
y desde el día en que naciera,
ni se lava ni se ríe,
ay, mi Soledad.
Pero yo la quiero así,
distinta, porque es sincera.
Es natural,
como el hippy que llega,
oliendo a mono desde Portugal.
Pero yo la quiero así,
distinta, porque es sincera.
Es natural,
como el hippy que llega,
oliendo a mono desde Portugal.
No sabiendo ni a dónde va,
yo nunca veo a mi Soledad.
(E. Jiménez)
Señores, buenas tardes.
Eh. Gracias. Muchas gracias.
Sus he reunío en esta cuadra de Eulalio por ser el lugar más grande del pueblo, ya que donde caben trescientos mulos y borricos cabemos tos.
El motivo de esta reunión es pa hacer una campaña de analfabetos, no como decía el Tomaso, compañía de analfabetos. Pues porque en ese caso, en vez de compañía sería en el pueblo y habría que poner un regimiento.
Sus he reunío también pa que seais menos palurdos, y pa cuando un turista os pregunte que dónde están los menumentos, no le digáis que están tos en el campo trabajando. Menumento es una cosa de piedra, como el abrevaero del pueblo, pero con gente encima. Monumento no es ninguna gachí buena.
Hoy sus voy a hablar yo. Otro día sus hablará el señor maestro. Otro día el señor veterinario. Y así, así sus hablaremos los telentuales, que no tiene na que ver con la tele, pa que sepáis, y pa que seais menos bestias. Y sus aprendáis cosas de provecho y no aprendáis, y no apedreéis a los turistas por eso de los pelos largos, que son gente que, en vez de dinero, ¡traen divisas! Que es una moneda extranjera que sirve para comprar whisky y tractores.
Eustaquio, cierra la puerta.
Señor alcalde.
Dime.
Una pregunta, hombre, que es que me la escribío la parienta, y le iba a preguntar, eh, ¿qué se pone? ¿"21 de Murcia" o "21 de marzo"?
¡"21 de Murcia", bestia!
¡Viva el señor alcalde! ¡Viva!
Silencio.
Ya sé que sabéis mucho por la tele. Aquí no se suena uno la nariz, hombre, váyase usted a su casa. Qué animales. ¡Qué cabezotas! Bueno, vamos a seguir que cuesta un trabajo esto como poner un cohete en la luna. Vamos a ver.
Señor alcalde, ¿por qué, por qué no se presenta usté pa eso del millón pa el mejó?
A su debido tiempo. No me presento porque hay mucha envidia en el mundo. Bueno, dejarme hablar ya, que yo termine, que tengo yo ahora también que darle de comer a mis cochinos.
Ya sé que sabéis mucho por la tele, porque hay cuatro o cinco en el pueblo, pero hay cosas que no... no sabéis explicar. Pa eso está vuestro alcalde, que sus explicará poco a poco toas esas cosas y subáis de cultura.
También, aunque no sabéis leer, llegan al pueblo esos periódicos que son papeles que llevan cosas dentro pa enterarnos de todo lo que pasa en el mundo, como El Caso y La Codorniz. Y como los leemos los telentuales sus enteráis tos. Y así, con estas campañas culturales que habemos inventado, pues vais a saber más.
Por ejemplo, tos habéis oído hablar de la bomba atómica, que es una cosa mu mala, que explota en el pueblo de al lao y nos coge a tos los de aquí. Bueno. Eso se llama la reacción en caena, pero si sus explico esto científicamente, sus vais a quedar como yo, cuando me lo contaron, así que os lo explicaré de otra manera y de otra forma, pa que vosotros se lo expliquéis a los del pueblo de la lao y que digan que vosotros sabéis más que Lepe y que ellos.
Eso es. Bueno, pues atender bien. Eso de la reacción en caena, que hace que la bomba esa sea tan malísima, es como... A ver, a ver qué se me ocurre, veremos a ver... Ya está. Pa que sus enteréis bien. Es como si yo a las doce de la noche en mi casa, me levanto de la cama y me zampo un litro de aceite de ricino y le doy un trago a tos los del pueblo, ¿sus habéis enterao ya?
¡Silencio! ¡Silencio!
Así que mañana os seguiré explicando más cosillas de éstas sin importancia. Así que ahora a trabajar y buenas tardes.
(Naranjo/Murillo/Monreal)
¿Por qué has barrío la escalera
con esa escoba pelá?
¿No sabes tú, pajolera,
que la portera se va a enfadar?
Mira que valen los pisos
más que el bautizo
de Ho-chi-min,
mira, que si eres buena,
una cadena
yo te compro en el serrín.
Válgame Dios, qué castaña,
yo era más limpio
que el deo gordo de un bombero,
y fui a casarme contigo,
que eres el palo renegrío
de un gallinero.
Mira, Tomasa,
no pienses más en la guasa,
vete a la bañera toda entera,
bañate en zotal y a ver qué pasa.
¿Por qué se esconde la gente
no más de verte llegar?
Porque con tantas arrobas
hueles a alcoba
sin ventilar.
Mira que yo he presumío
de haber tenío buenas gachís
y ahora, pá fin de cuenta,
cargué contigo,
que acabó con mi nariz.
Válgame Dios, qué castaña,
yo era más limpio que las manos de Pilatos,
y fui a casarme contigo,
que hablas y andas lo mismito que los patos.
Mira, Tomasa, asómate a la terraza,
y vete ya adonde tú más quieras,
pero, por favor, no dés la lata.
La democracia
LP 33 rpm
Discophon SC 2303
1976
(León/Ochaita/Quiroga)
En Cai tie la Bizcocha
un puesto de pescao frito,
y en el puesto hay una niña
comía por los mosquitos,
comía por los mosquitos.
"Lirio" le llaman de nombre,
y ese nombre mal le está,
que la niña más que un lirio
es una ortiga pisá.
Y de Cai a Almería
con borroncas de catarro
canta la marinería:
Ay, la Lirio, la Lirio tiene,
tiene la Lirio una pena,
porque le han puesto a su mare
un bozal y una cadena.
Se dice que tiene un novio,
se dice que tiene dos,
pero la verdad del cuento
es que es más fea que un muerto,
la mare que la parió.
Y a la mar sardinas,
y a la leche agua,
y paduquita mare de mi alma,
ahora está lloviendo,
no tengo paraguas.
Un hombre vino de Cuba
que a la Bizcocha ha pagao
cincuenta pesetas rubias
por aquel loro pelao,
por aquel loro mojao.
Dicen que fue Fidel Castro
porque quiere inaugurar
un zoológico en La Habana
y le falta este ejemplar.
Y de Cai a Almería
corre el novio de la Lirio
dando saltos de alegría.
Ay, ay, ay, la Lirio, la Lirio tiene,
tiene una cara la Lirio
que te la encuentras de noche
y te quedas como un cirio.
Se dice que mató a un hombre
de un susto que le pegó,
pero la verdad del cuento,
ay, Lirio de mis tormentos,
es que Cai ya descansó.
Y a la mar ballenas,
y a los muertos cirios,
y pa alegrarme, mare de mi alma,
saca el güiske, Cheli,
que se fue la Lirio,
saca el güeski, Chili,
que se fue...
¡Que se fue la Lirio!
(Eloy Herrera)
Olé, olé...
Nos van a cortar la luz, ay,
nos van a cortar la luz, ay,
María de mis dolores,
porque me ha dicho el portero
que cuando metes la plancha
se alumbra con el mechero.
Alúmbrate con la luna
o con un velón de cobre,
alúmbrate con la luna
o con un velón de cobre,
y lava en una laguna
que así el contador no corre
porque vale una fortuna.
Colgó las bragas en un lirio
las bañó un rayo de luz,
colgó las bragas de un lirio
las bañó un rayo de luz,
y un rano con sentimiento
se murió de un patatús
cuando le llegó el aliento.
Y decía el pobre rano:
"Nada le debo a la charca,
nada la debo al jabón,
yo a la charca na le debo,
nada le debo, nada le debo al jabón,
aquélla me ha dao amargura,
aquélla me ha dao amargura,
y el jabón, el jabón, el jabón, el jabón,
una traición".
(Eloy Herrera)
Ay... ¡Olé!
Ya tenemos en España
lo que en Suecia y en Francia,
destape y politiqueo,
y viva la democracia.
Quieren que hablemos gallego,
catalán y valenciano,
ay, catalán y valenciano,
y todavía no sabemos,
y todavía no sabemos
pronunciar el castellano bien.
Mira qué gracia, mira qué gracia,
que ya tenemos la democracia.
Viscan dicen catalanes,
eskarrakuska los vascos,
olé ya, los andaluces,
y el riau riau de los navarros.
Si ni hablando castellano
nos podemos enterar,
ay, veréis con catorce lenguas
la que se puede formar,
veréis con catorce lenguas
la que se puede formar bien.
Mira qué gracia, mira qué gracia,
que ya tenemos la democracia.
Dicen que todas las lenguas
son de España patrimonio,
pero el que aprenda unas cuantas
termina en el manicomio.
El que dentro de unos años
quiera España recorrer,
ay, que se compre un diccionario
de la Torre de Babel,
que se compre un diccionario
de la Torre de Babel, bien.
Mira qué gracia, mira qué gracia,
que ya tenemos la democracia.
Mira qué gracia, mira qué gracia,
que ya tenemos la democracia.
Mira qué gracia, mira qué gracia,
que ya tenemos la democracia...
(Eloy Herrera)
Que está en aquel campanario,
aquella cigüeña maldita
que está en aquel campanario,
me trajo un sietemesino
y dice mi tía Rosario,
y dice mi tía Rosario,
que se parece al vecino.
Es señal que lo han pisao
a to aquel que dice,
es señal que lo habrán pisao,
y yo le digo que nones,
porque duele mucho más,
porque duele mucho más,
una patá en los riñones.
Tiene que tener,
la mujer que a mí me quiera,
tres cosas tie que tener,
que se bañe to los días,
que coma una vez al mes,
y se calle pa toa su vía.
Moro,
yo soy moro y no soy moro,
yo no sé si soy judio,
y a lo mejor soy profeta,
y como ya estoy hecho un lío,
y como ya estoy hecho un lío,
yo me voy a hacer puñetas.
(Caerts/Rozenstraten/M. de Gómez)
Entre goles, zancadilla y follería,
nació en Espania la foria del balón,
sólo aquí podemo ser tan gelipuertas
que por dos patas se pague un fortunón.
Y a Holanda le llegamos a comprar
dos quesos que han costado un deneral.
Por eso creo que cantarán:
"¡Que veva Espania!"
Tenemos diez peludos más,
¡y veva Espania!
A ver si vienen treinta más,
¡y veva Espania!
Y Cruyff ya dice con razón
que Espania es lo miejor.
En las tardes soliadas de correda
la gente greta y al pobre picador,
y aunque un toro le partan las costellas,
que se fastidie, que pa eso es español
(esto nos lo van a cortar).
¡Ay! Aquí habrá que llamarse pa triunfar
Currillo el de Alemania Occidental
(esto también).
Lo nuestro nunca vale na,
¡que toma castania!
A ver quién puede reventar,
¡que toma castania!
La gente vive con ardor,
¡y toma castania!,
pues todos fardan a gogó
con whisky pelión.
Qué bonito ses el mar de Mediterrianio,
las papas bravas y el tinto con sifón,
las sardinas y el chanquete me emocionian,
pero en los moros me deja sin ración.
España siempre ha sido y será
la jauja del que venga desde allá.
Por eso debes de cantar:
¡Que veva Espania!
¿En dónde pueden ganar más?
¡Y veva Espania!
Yo sigo, todos gretaran:
¡Y veva Espania!
Que mientras se lo lleven to,
Espania es lo mejor,
España,
España,
España es lo mejor.
¡Y viva España!
(Eloy Herrera)
Ay, en una chabola entré,
y me encontré co una alemana
que se llamaba Mariana,
el apellido no sé.
Yo mi borrico solté,
las buenas noches le di,
ay, yo le dije: "Vengo aquí
buscando ganao bravío".
Y me contestó el marío:
"Usté a quien bus...
Usté a quien busca es a mí".
Ven pa acá,
ven pa acá, alemana bella,
y tomarás el café sabroso.
Esos con pelos tostaos,
esos con pelos tostaos
de dos camellos y un oso.
Yo le pregunté
si era nacía en la Gran Bretaña,
ay, yo le pregunté
si era nacida en la Gran Bretaña.
"No, señor, nací en Ocaña,
donde el penal se divisa,
y no me pregunte más
que le rompo el parabrisas
y le doy con un...
que le doy, que le doy, pero que le doy
con un, ay,
y le doy con una caña bien".
(Valverde/León/Quiroga)
Tri-tiriri-ririri-ririri-ririri-ri, anda,
tiri-riri, anda, anda, anda,
o corre, o párate y mea, anda.
Apoyá en el quicido de una churrería
la encontré ligando una noche de mayo,
pasaban los hombres y ella sonreía
mientras se aguantaba el dolor de los callos.
"Serrano, ¿me das candela?"
Y yo le dije: "Mujer,
con mi mechero de yesca
yo te pongo como un tren".
Bajé del 600, candela le di,
y fueron dos verdes lechugas de mayo
sus ojos pa mí.
Ojos verdes,
verdes como la espinaca,
verdes como una persiana,
al verde, verde melón.
Ojos verdes, verdes,
ojos de cegata,
ojos verdes, verdes, como el Papillon,
pa mí ya no hay soles, tormentas ni rayos,
no hay más que unos ojos de perro pachón.
Ojos verdes,
verdes como la espinaca,
verdes como un viejo verde,
y al verde, verde, melón.
Vimos desde el catre despertar el día
y asomar dos ratas debajo la cama,
dejaste mis brazos cuando amanecía,
en mi boca un gusto a tinto y mojama.
"Serrano,
pa gasolina yo te quiero regalar,
yo te dije: 'Estás cumplío',
no te quiero arruinar".
Cogí mi 600, por fin te perdí,
y nunca otra noche más perra de mayo
yo he vuelto a vivir.
Ojos verdes,
verdes como la aceitunas,
verdes como la verdina
del verde, verde pilón.
Ojos verdes, verdes,
sin una pestaña
y con más legañas que un viejo león.
Pa mí no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que dos ajos son.
Ojos verdes,
verdes como los pepinos,
verdes como un viejo verde,
al verde, al verde, al verde,
y al verde, y al verde, y al verde, y al verde verdor.
(José Alfredo Jiménez)
Yo sé que eres una fiera
y que el día que te mueras
ya no tendré que llorar
(llorar y llorar, llorar y llorar),
le pegas tanto al alpiste
que hasta bizca te pusiste
y así te vas a quedar.
Con dinero y sin dinero
no le pagas al tendero
y a mí me busca la ley,
no te lavas ni te peinas
y se te han puesto las trenzas
como la cola de un buey.
Un cocido sin tocino
y unas lentejas con chino
y es lo que sabes guisar
(guisar y guisar, guisar y guisar),
y aunque moro y sin dinero
yo no me como un puchero
como no tenga pringá.
Con dinero y sin dinero
la jamancia es lo primero
y en esto pongo mi ley,
aquí el que manda es mi menda
y te arrastro por las greñas,
que eres la sota y yo el rey.
(Eloy Herrera)
¡Eh! (Cállate ya, hombre.)
Ay, Maricruz, Maricruz...
(¡Que ésa no es, Emilio! Ésa no es.)
(Que no es, hombre.)
Pero bueno... como tengo aquí tantos papeles...
(El otro papel, éste de aquí abajo.)
Éste de aquí, ¿no?
(Venga, hala, dale ya.)
Hala, sigue.
Ya no sabes si desayunar o si cantar, que son las cuatro de la mañana... Vamos.
Ahora has sío tú.
(Osú, Dios mío.)
(Venga, vamos ya...)
Rocío...
(¡Pero qué Rocío! Pero, ¿cómo Rocío?)
Son las cuatro la mañana, ¡tendrá que haber rocío!
(La madalena. La madalena la tienes, pero...)
Y, ¿qué es lo que pasa? ¿Es que no está el técnico?
(No está el técnico, hombre, pero sigue, venga, es lo mismo.)
Venga, hombre, sigue. No te equivoques ahora ya que...
Ahí, venga.
Como aquella madalena...
(Eso es.)
Bueno, dejarme ahora ya, ¿no? Ya que estaba inspirao...
(Bueno, venga, a ver si terminamos ya, venga.)
Mal follón os aplaste.
Ya no lo hago más, venga.
Como aquellas madalenas
que Tomás nos regaló,
así eras tú de mala,
Eulogia de mi corazón.
Si el mundo valiente un día
de los vicios te quitó,
y ahora fumas más que un loco
esperando en la estación.
Dos lentejas son tus ojos
por eso nadie los vio,
y te has quedao burriciega
la mare que te parió.
Tú naciste cual camella
y ésa fue tu condición,
tú has querío ser honrá
y tu madre lo impidió.
Si es verdad que hay un infierno,
Eulogia de mi corazón,
allí nos veremos un día
encima del tostaor.
Ahora ha salío bien, ¿no?
(Ha salío regular.)
A ver lo que dice el técnico...
(Quintero/León/Quiroga)
¡Voy, hombre!
Carcelero, carcelero,
carcelero, carcelero,
¿por qué no engrasas el cerrojo?
Échale aceite al cerrojo,
que me tienes toa la noche,
porque tú me tienes a mí toa la noche,
sin poder pegar un ojo, ay, ay, ay,
y a veces el otro tampoco.
No vine por la calle solo,
a mí no me dio la gana de venir por la calle solo,
que me trajeron dos guardias, ay, ay,
dos guardias codo con codo.
Yo sí tuve que ahogarla,
que tenía infectá la casa
con la trenza de su pelo,
de su pelo tieso, Dios mío,
qué asco de pelo.
Abre, carcelero,
abre ya el presidio,
pa que yo me puea poner al sol por la calle,
pa que yo me puea poner al sol por la calle,
que estoy igual que un cirio.
(Eloy Herrera)
Ay...
¿Por qué no vienes, entrañas mías,
por qué no vienes?
¿Por qué no vienes, cara de papa,
por qué no vienes?
Porque vives conmigo,
porque vives conmigo
y también con siete,
y también con siete.
Dicen que las mujeres son caprichosas,
yo puedo asegurarle que si hay tal cosa,
ésta no pide nada,
y dice que no da lata,
pero sale de compras
y hasta me empeña las alpargatas.
Y en el pecho se pone, ay,
un manojito de yerbabuena,
se acuerda ya del cocido
y no es posible aguantar tanta tela.
En una fonda barata
y a donde vamos mejor,
porque se come diez pollos,
cuatro de callos y hasta un jamón,
jamón, jamón,
palabra pura española,
jamón, jamón,
qué has hecho con la glotona,
que es un colchón
de lana pura de Angola,
jamón, jamón,
ya me duele la cabeza
y voy a mandarla,
ya me duele la cabeza,
voy a mandarla con la mantilla
y con la peineta,
con la mantilla,
con la mantilla,
a hacer puñetas.
(Emilio Jiménez)
El día...
Osú, cómo estoy... ¡osú, cómo estoy!
El dí...
¡A que no termino el fandango! Es que estoy contento, señores, estoy contento porque he recibío, he recibío lo que yo, lo que tantas ganas tenía, es la licencia. Hale, je, je.
El día que te conocí
fue pa mí una pena grande,
el día que te conocí,
pa despedirte de mí
te subiste a un tranvía
y todavía te estoy esperando.
Jo, jo, olé. Y sin guitarra ni na que estoy cantando.
Eh, observen, obser... oh, uf... ¡hip! Observen ustedes, observen ustedes cómo, cómo he recibío yo esta carta y, y lo que dice en la licencia: "El Racimo de Uvas, compañía de borrachos", y además licencia para emborracharse, Jerez, ¡casi na! Ja, ja, olé. ¡Hip!
"El excelentísimo e ilustrísimo señor don [Matipécuro del Amostoso Damajuana], director general de los curdas, jefe superior de la bota, secretario del porrón (¡casi na, casi na!), secretario del porrón, ingeniero de viña, primer perito en la viticultura y vinicultura de todos los países vinateros, maestro bebedor examinado en la exposición de Ginebra y registrador de vendimias, etc., etc. (¡hip!), hace saber:
(Olé, aquí viene lo bueno ahora. Ja, ja, olé.)
"Que, en virtud de lo que previene el artículo 35 del código vinatero, y habiendo observando buena conducta en nuestro alegre cuerpo de borrachos, concede licencia borrachil, tan amplia como desee el señor don Emilio el Moro (¡jo, jo, olé! ¡Hip!).
"Siempre en guarnición en la taberna, distrito general de la bodega, propagandista de beber sin sed y departamento de botijos. El citado beodo, don Emilio el Moro (¡jo, jo, jo! ¡olé!), es natural de Pellejos, provincia de Tonel, edad: cuarenta y seis vendimias, estatura: cinco botellas y dos vasos, pelo color de vino, ojos entornados o claros, según la cantidad de bebida que tenga, nariz de alambique, boca de embudo y pescuezo de tinaja. (Eh, je, esto es lo más grande, ¡me entran unas ganas de cantar!)
"Aprobado por mí y por la plana mayor, dado en el campo de la borrachera, 27 litros de vino seco del año de la cosecha."
Y casi nadie firma aquí, ¿estamos? Mira:
"El presidente, [Matipé Curdela], el secretario, Siempre Chispa, el tesorero, Aniceto [Porruna]."
¡Ele! ¡Que me canto un cante por soleá que me tiro al suelo que me mato!
Lo que vi esta mañana
me va a quitar el sentío,
lo que vi esta mañana,
un caracol en el río
enamorando una rana
casi borracho perdío.
Un homenaje a Emilio El Moro